Alguno bromeaba diciendo que es más energético y, al menos, igual de sano que las barritas que hoy en día están tan de moda en todos los deportes. El guirlache, ese tradicional producto de almendras y caramelo bien conocido en Aragón, fue el postre del entrenamiento de ayer, el primero del Real Zaragoza en Boltaña. Más de un fubolista, de dos, de tres... miraba con cierto asombro ese producto típico de la tierra con el que el equipo de Natxo González cerró la primera sesión de trabajo. Un regalo que endulzó una sesión de trabajo que se prolongó durante cien minutos en el campo de Villaboya.

Allí se presentaron medio centenar de zaragocistas —por la tarde llegaron a cien— dispuestos a volver a soñar. La gente no pierde la ilusión ni a la quinta, así que algunos futbolistas regalaron paciencia y sonrisas al final de la sesión matinal para compartir un rato con su gente, con la que tendrá que ir codo con codo, a las buenas y a las malas, hasta final de temporada. El preferido, bien se sabe, fue Alberto Zapater, uno de los últimos en dejar las instalaciones junto a Álvaro Ratón, una de las pocas caras conocidas que quedan de la pasada temporada.

No está aún el asunto tanto como para animar, pero junto al campo se vieron numerosas prendas zaragocistas en aquellos que se acercaron hasta el entrenamiento. Los había de todas las edades, desde una pequeña de seis meses («zaragocista desde que tiene 15 días», recalcaba su padre) hasta un señor que recordaba más nombres del equipo de los Magníficos, por no decir todos, que del actual. Que no se apure el buen hombre, es normal.

La banda se fue poblando conforme avanzó la hora del entrenamiento, que había dado comienzo a las nueve de la mañana. De los ejercicios físicos puros se pasó al trabajo con balón y ese ejercicio en el que Natxo González dejó en silencio a todo el mundo. La gente apreció el gesto y se chocaron codos en la grada hasta el final del entrenamiento con las reacciones de los futbolistas, quizá más apurados y decididos desde ese momento. El primer día de esta semana que tiene que poner al Zaragoza en la vía del poderío físico terminó con estiramientos, agua y fruta. Piña, sandía y plátanos para todos... Y guirlache.