Toda la parrilla de MotoGP de hoy (14.00 horas, Movistar+ y Vodafone) del Gran Premio de Cataluña está salpicada de ganadores, de campeones, de candidatos. Así es el viejo Montmeló, al que algunos quieren ver rejuvenecido el próximo año, al menos en asfalto. Para hoy amenazan con una pista hirviendo, con 50 grados, como para freír huevos o derretir los, ya cuestionados, neumáticos Michelin. «Hacer 25 vueltas a 50 grados ¡una locura!», protestaba simpáticamente Valentino Rossi (Yamaha), que ha cumplido los 38. No parece ese, no, el temor de un portentoso, ligero, diminuto pero enorme Dani Pedrosa (Honda, 1.43.870 minutos), que ayer logro la pole position y fue el único capaz de rodar por debajo del 1.44. «Se puede escapar», musitó Marc Márquez (Honda).

Y es que esa es la táctica de siempre de Robottino, como llama Il Corriere della Sera a Pedrosa. Está primero y puede escaparse, sí. «Es tan ligero y tan fino pilotando, que apenas gasta las ruedas», dice Márquez. Al lado de Dani, Jorge Lorenzo (Ducati), que lleva 14 años seguidos saliendo desde la primera fila en este trazado. Tras ellos un hambriento Márquez, que ayer se cayó cuatro veces y ya suma 12 caídas en seis grandes premios. «Prefiero salir cuarto habiéndolo intentado con toda mi alma, habiéndome caído cuatro veces, que décimo sin caídas. Sé que debo hacer en carrera para intentar el podio y, si todo se cuadra, hasta ganar».

Y aún más atrás está el líder del Mundial, Maverick Viñales (Yamaha), que saca humo por los ojos y fuego por la boca. «No voy a hablar más mal de Michelin, pues parece que sea el único que tiene problemas. Lo hemos cambiado todo, todo. Hemos probado diez motos y el problema sigue: no acelera porque no para de derrapar, ni siquiera disminuyendo la potencia con la electrónica. No sé qué haré en carrera». Estar ahí, fijo.

Y, todavía más atrás, el mito, el Doctor, Rossi, que saldrá 13º. «La pista no tiene agarre, está vieja, gastada. Puede, sí, que mis colegas salgan con cierto respeto pero, aún así, son mucho más veloces que yo. Necesitaré otro milagro de domingo, aunque esta vez lo veo complicado, de verdad», reconoció Vale. «El campeonato es tan, tan, complicado que, llegadas las Ducati al podio, ahora fallas y sales en quinta fila; el año pasado, fallabas, tenías problemillas y salías en segunda fila».

Delante Pedrosa, el escurridizo, el Robottino, el único grande, magnífico, sin gran título, y un ilusionado Lorenzo; detrás Márquez, que cambia la chapa y la pintura por un cajón; en medio, me olvidaba, el último ganador, el culto Andrea Dovizioso y su Desmosedici; a su derecha, Viñales, que lleva un fin de semana de gritos pues no solo está enfadado con Michelin sino que, el viernes, llevó la voz cantante en el cambio de trazado. Y atrás, Rossi y el rookie Johann Zarco, que también las ha pasado canutas este finde.

Y, me olvidaba, o no, no me olvidaba, todo este festival empieza a 11.00 horas con la carrera de Moto3; y sigue a las 12.20, con la de Moto2; y acaba, a la hora de comer, esperen, esperen, con MotoGP. Y las tres poles son para pilotos españoles: Jorge Martín (Honda), Álex Márquez (Kalex) y Pedrosa, Robottino.