El portero del San Juan, Jaime Cortés, sigue ingresado con pronóstico grave en la UCI del hospital Miguel Servet debido al fuerte golpe sufrido con un rival en el encuentro, de Primera Regional, celebrado el pasado domingo en El Salvador. El guardameta, de 24 años, cayó inconsciente al suelo después de chocar su cabeza contra la de un rival y no ha vuelto a recuperar el conocimiento. Tras producirse el ingreso clínico, cerca de la una del mediodía, el futbolista fue sedado a la espera de conocer su evolución. Los doctores comenzaron a retirarle la medicación ayer con la intención de que vaya despertando, situación que esperan que se produzca entre hoy y mañana.

De momento, las pruebas que le realizaron ayer arrojaron resultados favorables en cuanto a algunos procesos internos como el digestivo. No obstante, deberán esperar a que despierte para conocer si le ha quedado alguna secuela, además del golpe que le supuso una fractura en el pómulo. "Tuvo muy mala suerte. Él no es muy alto, estará por el 1,70, y también es un portero noble, que nunca sale con las piernas por delante. Fue a chocar, además, contra el jugador más grande de El Salvador", contó ayer Fernando Montañés, entrenador del San Juan, que explicó que percibieron instantáneamente que el golpe había sido grave. "Jaime estaba inconsciente incluso antes de caer al suelo. Nos dimos cuenta por la forma en la que cayó, sin apoyar los brazos, sin protegerse de ninguna manera, rebotando la cabeza contra el suelo. Por eso salimos todos enseguida a atenderle. Las primeras noticias fueron muy malas".

En un primer instante, el portero tenía incluso muchas dificultades para respirar, pero con las maniobras realizadas por el delegado de El Salvador, Gabriel Gimeno, y la asistencia del doctor Emilio Ávila se logró que normalizara la respiración. Le salvaron la vida al evitar que se ahogara, pero Cortés no recuperó el conocimiento y tuvo que estar 25 minutos desvanecido en el césped hasta que llegaron las primeras ayudas externas.