María José Poves fue la gran protagonista del año olímpico. La marchadora alcanzó su cénit a los 34 años. La deportista del Simply Scorpio encabezó un atletismo aragonés que dio muchas alegrías en la pista. Fue el año de las mujeres encabezado por María José Poves, Isabel Macías, Laura Ginés y Marta Silvestre; el curso en el que Eliseo Martín se despidió de los 3.000 obstáculos y en el que Toni Abadía y Alberto Gavaldá siguieron progresando convenientemente.

María José Poves mostró su gran oficio y su magnífica planificación junto a Rafael Sánchez, su entrenador. Siempre estuvo en forma en el día D y a la hora H. Comenzó el año de forma espectacular ganando su cuarto Nacional de marcha en ruta en Pontevedra con una gran marca de 1.28.15. Pero después vino lo mejor. En una de las grandes gestas de la historia del deporte aragonés, Poves se llevó el bronce en la Copa del Mundo celebrada en Saransk. Después tuvo mala suerte puesto que se lesionó un mes antes de Londres. Pero Poves pudo con todo y fue duodécima en Londres.

Isabel Macías vertebró todo su curso pensando en los Juegos y la atleta del Valencia cumplió su sueño. Fue un año intenso, recargadísimo, lleno de grandes citas. No faltó a ninguna de ellas. Disputó los Mundiales indoor, los Europeos al aire libre y los Juegos. Sus mejores carreras no las realizó en las grandes citas, sino en los mítines. En los Milrosse Games de Nueva York paró el crono en el milqui en 4.08.80 y en París hizo la mínima olímpica con unos fantásticos 4.04.84.

La tercera gran figura fue Laura Ginés. La deportista del Simply Scorpio se consolidó como la mejor atleta completa del momento ganando los dos Nacionales. Explotó en Serrahima igualando el récord nacional de heptatlón con unos increíbles 5.860 puntos.

Revelación

Marta Silvestre fue la revelación. La atleta de Arturo Martín metió la cabeza en la élite nacional de fondo tras ser la mejor española en el Europeo de cross. Se quedó lejos de los Juegos, pero su gran premio fue la participación en el 10.000 de los Europeos de Helsinki.

Los mejores hombres fueron dos jóvenes y un veterano. Toni Abadía fue una máquina de lograr medallas, destacando su doblete en los 1.500 y los 5.000 lisos del Nacional promesa y su plata en el 3.000 del Nacional absoluto indoor. Alberto Gavaldá siguió progresando, destacando su plata en el hectómero del Nacional absoluto y su participación en los Europeos de Helsinki. Tras un año muy irregular por las enfermedades, Eliseo Martín no pudo disputar sus cuartos Juegos. Pero cerró su broche de oro en su intenso periplo en los 3.000 obstáculos. En el Nacional de Pamplona se despidió con un bronce que sabe a oro.

No fue el mejor año para Elián Périz, que sufrió una lesión y para Luisa Larraga y María José Pueyo, que intentaron sin suerte acudir al maratón de los Juegos. Pero otros atletas subieron como la espuma. Es el caso de Patricia Herida, José Antonio Izquierdo, Jaime Escriche, Alicia Varas, Ignacio Vigo (disputó el Mundial júnior), Álvaro Quevedo y de Ángel Sanclemente.

Por equipos, Simply Scorpio 71 fue el gran dominador. Los amarillos ganaron casi todo en escolares. Sus equipos de mayores se encuentran en la División de Honor. El Hinaco sigue después de muchos años en Primera y el Intec Zoiti ha alcanzado esta categoría.

En crisis, a la gente le va la carrera a pie. Las populares están en ebullición y los 10K crecen como setas. Se une el ocio del deportista y el negocio de algunas organizaciones. La mayoría de las pruebas son de muy buen nivel. Pero también hay otras chapuceras.