Nada más conocerse, a mitad de la pasada temporada, que el catalánMaverick Viñales, entonces en el equipo Suzuki, iba a ser el sustituto del mallorquín Jorge Lorenzo en el team Movistar-Yamaha, donde el veterano campeonísimo italiano Valentino Rossi ejerce de mandamás, muchos empezaron a especular con la posibilidad de que, dada la competitividad del piloto de Roses y, sobre todo, su carácter de campeón, los piques pudiesen ser tan comunes como lo fueron con Lorenzo, hasta el extremo de que uno de los motivos que empujaron al tricampeón de Yamaha a abandonar el equipo fue perder de vista al Doctor.

Durante meses se le preguntó a Viñales si no tenía miedo a la guerra psicológica que Rossi ha hecho, a lo largo de su espectacular y exitosa vida deportiva, a sus rivales, como el italiano Max Biaggi, del que todavía habla, el catalán Sete Gibernau o el mismo Lorenzo. Viñales, seguro de sí mismo (como acaba de demostrar con su fantástico arranque de temporada), dijo que él había escogido Yamaha para ganar el título y que para ser campeón “también tengo que ganar a Rossi”. Pero ahí quedó todo.

PIQUE EN AUSTIN

Tanto la pretemporada como las dos primeras carreras del año, Catar y Argentina, han sido plácidas en el boxe del equipo Movistar-Yamaha, desde el que solo han salido elogios para la labor de Viñales, tanto de sus técnicos como del propio Rossi, que ha llegado a decir que se sorprendía por lo fácil y rápidamente que el catalán se ha adaptado a la Yamaha. “La verdad, creía que a Maverick le costaría más hacerse con la moto”.

Pero ayer, en la segunda tanda de entrenamientos del Gran Premio de las Américas, que se disputa hoy (21.00 horas, Movistar+ y Vodafone) en el trazado de Austin (Texas, EEUU), en el que siempre ha logrado la pole y la victoria Marc Márquez (Honda), Viñales chocó con Rossi, en el interior de una larga curva de izquierdas, cuando el líder de MotoGP estaba en una de sus vueltas lanzadas. Rossi, que casi venía paseando, sin velocidad, estaba en el interior del giro y Viñales se tocó con él, haciendo grandes gestos de desaprobación con su mano izquierda e, incluso, cuando volvieron a coincidir en la pista y se pusieron en paralelo, el catalán le recriminó la acción al italiano, que hizo ver que no sabía de qué le hablaba.

ROSSI NO SABE NADA

“Bueno, al final son cosas que pasan en la clasificación”, reconoció Viñales al final de la jornada, tras lograr el segundo mejor tiempo del día y arrancar hoy, junto a Márquez, en la primera línea. “Había muchos pilotos, yo venía en una buena vuelta para hacer 33, 34, que hubiera sido una buena vuelta para empezar la siguiente, y me he encontrado con Valentino ahí. Casi me toco y me podría haber caído”, reconoció, ya calmador, MVK, que intentó ocultar el enfado que todos vieron en la televisión.

Respecto al gesto de enfado, Viñales trató de matizarlo, ya en frío. “Ha sido el momento, normalmente los pilotos españoles somos de sangre caliente en el momento, luego, cuando te enfrías, piensas que son cosas que pasan. Podría pasar con Valentino, con Crutchlow, con Redding, con Pedrosa, que estaban todos ahí, al final son cosas que pasan en la pista”.

Rossi, como casi siempre, hizo ver que no se había dado cuenta de nada. “No creo que nos hayamos tocado porque lo hubiera notado. Maverick me ha hecho unos gestos y no entendía qué pasaba. La verdad que yo no me he dado cuenta de si era un momento que iba lento o estaba apretando, no le he visto. En una pista tan larga cuesta hacer la vuelta porque todos esperan y hay un poco de confusión. Me sabe mal pero lo importante es que no ha pasado nada”, acabó diciendo el Doctor.