La palabra final en un mundo tan pasional como el del fútbol es moneda de uso común. Final es un partido único, la gloria o la miseria en 90 minutos. Obviamente, el Real Zaragoza, que hoy recibe al Córdoba, no está ante un encuentro de esa tesitura, porque después aún restarán 18 jornadas más, tiempo de sobra para reaccionar y levantarse en caso de duro golpe hoy (21.00 horas). Sin embargo, es igual de obvio que todo lo que no sea vencer a un rival acuciado por el descenso y que acaba de cambiar de propiedad elevará las alarmas hasta el infinito y el temor de luchar por el descenso, algo que Lalo Arantegui y Natxo González aseguran no tener, estaría más que justificado.

Al Zaragoza no le vale otra cosa que superar al Córdoba. Ni pensar en el empate y, por supuesto, una derrota sería un varapalo gordísimo, porque como mínimo acercaría a un posible rival, el blanquiverde de esta noche, a la pelea en la que se asegura que el Zaragoza no va a estar. Aunque de momento sea la que vive. Tiene 3 puntos de renta sobre el peligro y aumentar ese colchón es el principal objetivo. Cuanto antes, después de que Granada dibujara, de nuevo, un escenario de la reconocida y admitida irregularidad zaragocista en este curso.

No ganar también debilitaría mucho a Natxo después de que la tímida reacción tras la Navidad le hiciera ganar un crédito que sigue muy lejos de estar justificado en los resultados. Lo está en un proyecto a dos años, en la confianza absoluta del director deportivo, en el escaso margen económico o en los malos precedentes de relevos anteriores, motivos alejados de lo que se ve en el césped, donde el Zaragoza nunca ha sido el equipo fiable y consistente con continuidad que prometió el técnico y que había logrado en Sant Andreu, Alavés y, sobre todo, Reus. Pero no aquí.

Para la cita, Natxo meterá en la lista a Jesús Alfaro, único fichaje por ahora de enero, y recupera a Borja, lo que viendo los problemas ofensivos del equipo en Granada es una bendición. Mientras, Guti es baja, una ausencia importante por su despliegue en el rombo que plantea el entrenador en las últimas semanas en la medular. Durante la semana arrastró molestias Benito, pero salvo sorpresa jugará y lo más natural es que Zapater ocupe el sitio de Guti, como ya hizo en Granada, y que Pombo y Borja jueguen arriba. El resto, los mismos e idéntico dibujo que en Los Cármenes.

REVOLUCIÓN EN EL CÓRDOBA

El Córdoba es el visitante más propicio ahora mismo. No gana desde el 28 de agosto fuera y tiene el peor balance foráneo de la categoría de plata, con solo un triunfo y 4 puntos de 36, además de ser el equipo más goleado en esta Liga, con 41 tantos en 23 jornadas. Está intentando sacar la cabeza de un descenso que parecía seguro con dos victorias en casa y la nueva propiedad, con Jesús León y Luis Oliver a la cabeza, va a reforzar al equipo para intentar la salvación. Oliver, director general y deportivo, así lo asegura, aunque antes tienen que dar salidas (ya se han ido Jaime Romero, Caballero, Pinillos y ayer lo hizo Jona, al Cádiz). Esos fichajes no llegan a tiempo para hoy, donde la principal arma del rival es Sergi Guardiola, autor de 13 tantos. Poco le debe importar al Zaragoza el enemigo o las facilidades defensivas que dé, hoy solo le vale ganar. Porque es una final, la primera grande de verdad.