Cualquiera que haya jugado mínimamente a fútbol sabe que los piques por tirar faltas o penaltis son algo normal. Menos lógico parece el show en un equipo de primera fila que debería tener todo pautado. No ha ocurrido así en el Paris SG, el club con una delantera de 466 millones (222 millones costó Neymar, 180 Mbappé y 64 Cavani), en el que dos de sus gallos han causado un terremoto, con el beneplácito de un técnico sin respuestas y la intervención lamentable de un secundario de lujo como Dani Alves.

Hace un mes, en la goleada ante el Toulouse (6-2), ya se vivió un anticipo de lo que podía venir luego. En el tercer tanto parisino, Cavani se adueñó del balón para marcar el penalti provocado por Neymar. Unai Emery pensaba que el uruguayo y el brasileño lo arreglarían por la vía del diálogo. Error. El conflicto acabó estallando este domingo con dos capítulos más. Primero, una falta en la que Alves arrebató el esférico al Matador para dárselo a su compinche Neymar y, después, con el penalti cometido sobre Mbappé, en el que Cavani volvió a exhibir su personalidad. Repitió lanzamiento, esta vez sin suerte.

La pelea se trasladó a los vestuarios cuando Cavani le recriminó su gesto al brasileño, que no se quedó quieto. Según la escena descrita por L’Equipe, Thiago Silva y Marquinhos, especialmente el primero, tuvieron que intervenir para evitar una trifulca más propia de una pandilla poligonera que de un club de la élite.

El uruguayo lleva en París desde el 2013. Ya tuvo problemas en el 2016 con el técnico Laurent Blanc y acabó en el banquillo más de un partido en un ataque con Di María, Ibrahimovic y Lucas Moura. Ayer abundaban las encuestas en los medios franceses con Neymar y Emery como principales culpables de la refriega. Según Radio Montecarlo, el presidente catarí Nasser Al-Khelaifi se reunió ayer con ambos y Cavani se mantendrá «a corto plazo» como primer lanzador. «Me enteré hablando con mi hermano de todo esto. No hay ningún problema con Neymar. No sé por qué se han creado estas historias, son cosas del fútbol», dijo Cavani, que considera que su experiencia en París merece un respeto y no ha querido aflojar en su afán goleador. autor de 49 tantos el curso pasado, tiene una prima de un millón de euros si es el máximo goleador de la Ligue 1.

Tampoco puede considerarse a Neymar un especialista en la materia. Desde el 2013 ha marcado 12 de los 18 penaltis que ha lanzado (67% de acierto), mientras que Cavani ha transformado 17 de 20 (85%). En su etapa azulgrana, Messi le cedió 11, de los que falló cinco.

Dugarry y Balotelli apoyaron a Cavani. «Lo que sucede es escandaloso. Neymar parece ya el jefe del PSG. Unai Emery debería intervenir. Si no, pronto va a hacer las alineaciones. ¿A dónde vamos?»También Balotelli se alió con el uruguayo. «Neymar, ¡no deberías ni pedir lanzar los penaltis!», escribió en Instagram el delantero del Niza. Sonny Anderson fue el más certero: «Cavani compite con Falcao, no con Neymar. De todos modos, ese detalle se aborda en la charla previa al partido.