No había euforia en el box de Marc Márquez. Ni un ápice de fiesta, pese a que saben que ayer dieron un paso «importantísimo» para lograr algo que nunca antes ha logrado nadie: ganar cuatro títulos mundiales en cinco años con un rookie, con el joven que, desde su debut en el 2013, ha roto todos los récords.

Márquez ha vuelto a pelear solo por el título. Sigue sin poder contar con Dani Pedrosa, de quien muchos dicen podría echarle una mano al ganando en Valencia. Eso, podría. Ni con el británico Cal Crutchlow, que con la tercera Honda oficial, pata negra, terminó 15º. «Somos nosotros solos contra el mundo, contra Yamaha, contra Ducati, la mejor moto, con diferencia, de la parrilla. Pero tenemos a Marc y esa es nuestra mejor baza. Es más, él solito acaba de darle, con este sacrificado y sufrido cuarto puesto, un nuevo título mundial de constructores a Honda».

Así se expresaba un importante miembro del equipo del tricampeón, que recordaba que Ducati, «el imperio Audi», han demostrado trabajar en equipo, para y por el título de Dovizioso. La firma de Borgo Panigale tiene, en efecto, un magnífico piloto probador como el exbicampeón del mundo Casey Stoner y el italiano Michele Pirro, cosa de la que carece Honda. Y Ducati, que tiene a Jorge Lorenzo y Danilo Petrucci, ha programado toda la temporada para llegar a Valencia «donde, curiosamente, hicieron no hace mucho un test», para tratar de vencer a Márquez.

Marc está convencido de que sobrevivió a uno de los grandes premios más difíciles, retorcidos y complicados de los 89 que lleva disputados en MotoGP. «Se ha puesto a llover, la pista estaba resbaladiza, no tenía muy buen feeling con la moto y me he llevado dos sustos en las tres primeras vueltas. Quieras o no, yo también soy humano y me he acordado del consejo que siempre me da mi madre: ‘Paciencia y puntos para el saco, Marc’. Así que, en cuanto he visto que no podía devolver el adelantamiento a Dovi, he pensado en coger los máximos puntos».

El tricampeón cree que tanto Jorge Lorenzo como Andrea Divizioso y, por supuesto, Ducati y Phillip Morris, su patrocinador principal, hicieron lo que tenían que hacer. «No sé si ha habido o no órdenes de equipo, pero si tú eres piloto profesional, y Jorge lo es, sabes perfectamente lo que tienes que hacer. Sobran las palabras, vamos». Márquez reconoce, sin tapujos, que él hubiese hecho exactamente lo mismo. «Eso sí, yo no pienso pedir a los demás que me ayuden, ni siquiera a Dani (Pedrosa), que podría echarme una mano, ganando en Cheste, donde va muy rápido. Y no pienso pedirlo, primero porque sé que Dani saldrá a saco, a ganar, en Valencia. Y, segundo, porque dependo de mi y acabar entre los 11 primeros ¿son así las cuentas, no?, para renovar el título».

Márquez, que nada más entrar en su box tras acabar cuarto detrás de Dovi, Lorenzo y el francés Johann Zarco, fue aplaudido, abrazado y felicitado por todo su equipo, desde el ingeniero japonés Takeo Yokoyama, director técnico de Honda MotoGP, hasta su ingeniero y jefe de mecánicos, Santi Hernández --«hoy (por ayer), era facilísimo caerse, hacerse daño y perder los 13 puntos que nos mantienen al frente del Mundial y no tenía sentido, después de remontarle 38 puntos a Maverick y haberme distanciado 33 puntos de Dovi, tirarlo todo por la ventana, queriendo hacer más de lo que podía». Palabra de campeón.