El piloto español Fernando Alonso (McLaren-Honda), que se tuvo que retirar a tres vueltas del final del Gran Premio de Australia por una rotura de la suspensión de su monoplaza, afirmó con cierta exasperación que «pocas veces» había tenido un coche tan poco competitivo en su vida. No pudo acabar, ni siquiera estar entre los mejores, pese a hacer el mejor pilotaje que recuerda. «La mejor carrera de mi vida seguramente hasta ese momento. Pocas veces he tenido un coche tan poco competitivo, sin preparación invernal, teniendo que salvar gasolina de forma infernal un segundo por vuelta y, aun así, estábamos en los puntos. Era una sorpresa grande y seguramente una de las mejores carreras que he hecho», declaró Alonso.

«La suspensión se ha roto. Estábamos cerca de acabar, pero no aguantó», añadió el piloto asturiano, campeón del mundo en 2005 y 2006 con Renault, hace tiempo condenado a convivir con los peores.

Alonso, que salió en la duodécima posición por la avería en la caja de cambios del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), relató que en la salida adelantó un puesto debido a la retirada del francés Romain Grosjean (Haas): «Estaba sorprendentemente en los puntos pese a que mi coche está muy por detrás del de mis rivales. A mitad de recta ya nos sacan tiempo».

Lo peor, sin embargo, está por venir. «Pocas veces se repetirá este fin de semana, el 13º en la crono, Q2 y ahora en los puntos. Creo que en las próximas carreras va a ser imposible», afirmó Alonso, que advirtió que en otros circuitos menos estrechos y bacheados, su posición será más atrás si no mejora mucho el monoplaza. «Cuando lleguemos a circuitos más normales nuestra posición estará más atrás. Hay que mejorar inmediatamente porque si no vamos a tener carreras muy frustrantes. McLaren tiene que encontrar algo lo antes posible. Stoffel (Vandoorne) y yo haremos lo posible, pero será difícil puntuar», dijo Alonso.

Carlos Sainz, por su parte, sintió «un poco rara» la carrera. «Octavo no está mal para empezar el año», declaró el madrileño, que relató que su equipo le indicó que dejara pasar durante la carrera a su compañero ruso Daniil Kvyat, que luego tuvo que pasar por talleres, con lo que volvió a su puesto y le impidió poder acercarse más al séptimo que ocupaba el mexicano Sergio Pérez (Force India). «Hemos salido bien, nos hemos puesto octavos, luego séptimos con el abandono de Grosjean. Hemos hecho la parada, por delante de Checo Pérez, que nos ha pasado volando en la recta. He tenido que dejar pasar a mi compañero, me lo ha pedido el equipo». Perdió entre cinco y siete segundos por esta maniobra ordenada por Toro Rosso. «No sé si no habiéndole dejado pasar, a lo mejor Pérez hubiera estado más cerca», lamentó.