Rafael Nadal no tiene ni un reproche que hacer a su tío Toni, que ha conducido su carrera deportiva desde que a los tres años empuñó una raqueta y que hace un par de semanas anunció por sorpresa que dejaría de ser su entrenador al final de esta temporada. Rafael, el sobrino, habló en vísperas del torneo de Acapulco (México) y justificó las intenciones de su tío y entrenador sin poner ni un pero. «Lo que él decida estará bien para mí», aseguró el actual número seis del mundo.

«Me siento cómodo con lo que decida si es lo mejor para él», añadió el tenista, en un acto publicitario de Banco Sabadell en la ciudad costera mexicana. «Mucho antes que mi entrenador es mi tío, una persona a la que quiero y que ha estado toda mi vida conmigo. Desde los tres años he convivido diariamente con él y me ha ayudado decisivamente a conseguir lo que he hecho hasta ahora, y le estoy muy agradecido», valoró Nadal, que regresará a las pistas tras perder la final del Abierto de Australia.

El manacorí empieza en Acapulco la gira que le llevará a los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami antes de empezar el circuito de tierra batida que le conducirá hacia Roland Garros.