Rafael Nadal puso ayer punto final a las dudas. El tenista decidió no jugar más esta temporada renunciando a los torneos de Basilea, Masters 1.000 de París y, si se clasificaba, la Copa Masters en Londres. El motivo de la renuncia es la lesión que sufrió a mitad de temporada en la vaina del cubital posterior de su muñeca izquierda, que le obligó a retirarse en la tercera ronda del pasado Roland Garros, sin jugar.

La proximidad de los Juegos Olímpicos de Río y la decisión de querer jugarlos para lograr una medalla aceleró el proceso de rehabilitación del tenista. La lesión evolucionó bien pero en dicho proceso se produjo un edema óseo de sobrecarga en una zona diferente a la lesión que no le permite rendir al 100%. «Creo que no es ningún secreto decir que llegué muy justo a los Juegos y el objetivo era ganar una medalla para España. Sin embargo esta recuperación acelerada me ha causado dolor en todos los torneos desde entonces y ahora me veo obligado a parar y pensar ya en 2017», dijo el tenista en un comunicado en el que hizo pública su renuncia.

NADA DE RETIRADA

Nadal ha decidido dar por terminada la temporada y someterse a los tratamientos oportunos para la recuperación total de su lesión en la muñeca. Nadal tenía previsto jugar la próxima semana el torneo de Basilea. «Siento mucho no poder jugar. Ahora toca una vez mas descansar y empezar a preparar de manera intensa la temporada 2017», señaló el tenista.

Su objetivo es poder estar al máximo nivel y así lo dijo: «Trataré de prepararme de la mejor manera posible, trabajaré aún más que nunca para estar bien la temporada que viene. Me siento feliz jugando al tenis y espero seguir haciéndolo unos cuantos años más», comentó.

Cuando le preguntaron por su futuro y una posible retirada, Nadal aseguró que «no puedo responder a preguntas que ni yo mismo sé responderme. No puedo pensar en ello ahora. Cuando pase, pasará. Lo sabré. Cuando llegue el día, lo sabré. A día de hoy, estoy preparado y con ganas para lo que venga».