Del sonoro «aúpa» que le recibió en la salida del hoyo 1 al emocionado abrazo que el vizcaíno Jon Rahm brindó al trofeo que ya le distingue como campeón del Abierto de España transcurrieron justamente cuatro horas. 240 minutos condimentados con aplausos y vítores en cada tee y en cada green, como si los 18.890 aficionados congregados este domingo en el Centro Nacional de Golf de Madrid supieran que el gigantón vasco iba a hacerse con el título, como antaño sus compatriotas Antonio Garrido (1972), Severiano Ballesteros (1981, 1985 y 1995) y Sergio García (2002) y, más recientemente, Álvaro Quirós (2010) y Miguel Ángel Jiménez (2014).

Rahm era el cuarto de la lista, con un acumulado de -15. Le precedían el líder irlandés Paul Dunne (-17), el también español Nacho Elvira (-16) y el sueco Henric Sturehed (-15), con quien compartió el último partido. Se rehizo de un error en la segunda parte del recorrido, con tres birdies, en el 10, 13 y 18, sabiéndose ya portador de la tarjeta vencedora. Sus 67 golpes en la jornada definitiva contrastaron con los 71 de Paul Dunne y Nacho Elvira.