Álvaro Ratón es el único guardameta que tiene asegurada su continuidad en el Real Zaragoza. Hoy en día, de hecho, es el portero titular. Sabido es que el club comunicó a Xabier Irureta y Pablo Alcolea que su futuro no pasaba por La Romareda. No ha habido ofertas por el vasco ni el canterano ha decidido aún dónde proseguirá su carrera, así que han comenzado la pretemporada junto al gallego, el hombre por el que apostó Láinez en el tramo final de la pasada temporada para intentar superar la inseguridad que ha debilitado en esa posición en las últimas temporadas.

No se halla una explicación razonable al intentar averiguar las causas del grave problema. La presión, en Zaragoza, ha existido siempre. Es más, años atrás era muy superior. Engullía a algunos, es cierto, pero otros la superaron durante años. Así lo interpretó ayer Ratón en Boltaña. «Ya de por sí es una posición complicada, y más en La Romareda, que es muy exigente. Sí que es mucha responsabilidad la que se tiene encima. A veces, el miedo a fallar o a cometer errores te pasa factura. Yo lo he intentado llevar de la mejor manera posible y este año intentaré volver a hacerlo».

Ratón trabaja con los compñañeros señalados por el club a la espera de que se encuentre el portero titular que vio Arantegui en Alberto, el meta del Getafe que se llevó el Rayo. Ese tipo de guardameta experimentado es lo que busca el Zaragoza, que podría acabar consolándose con un portero del estilo del gallego. «A día de hoy estamos tres porteros y mientras sigamos, nos tocará trabajar a los tres. Si el club tiene una idea, tendrá que hacerla efectiva», dijo Ratón, que aclaró: «Entre nosotros hay muy buen rollo y estamos con ganas de trabajar. Venga quien venga o se quede quien se quede, el entrenador tendrá que tomar una decisión. No se parte como titular o suplente, cada uno se lo gana».

Ratón no es el mismo portero que llegó la pasada pretemporada al primer equipo, con los ojos bien abiertos para aprender pronto y encontrar su oportunidad en el fútbol profesional. «Tengo las mismas ganas que entonces, aquí hay que trabajar día a día para ganarse las cosas. El sitio nadie lo tiene ganado. Es verdad que el año pasado era más de iniciación, este año vengo con algo aprendido, pero nadie tiene nada hecho ni puede relajarse», explicó Ratón, que cambiará el dorsal 30 del último curso por uno de los primeros, aunque no quiso desvelar cuál.

En cualquier caso, no se ve aún con tanto poso como para ser uno de los capitanes. «El entrenador decidirá quiénes son. Hay pesos pesados en el vestuario», dijo antes de recordar la pasada campaña. «Dentro de la negativa situación, fue una experiencia positiva para mí vivir esas situaciones. Te hace madurar más rápido», concluyó el portero de este Real Zaragoza que quiere ser «fiable y serio».