El Real Madrid completó la primera parte de la revancha ante el Borussia Dortmund, ante el que cayó el pasado año en semifinales y al que está cerca de apear en esta Liga de Campeones en los cuartos de final tras ganar en la ida por 3-0. La ventaja es suficientemente importante como para no considerar que tan solo una hecatombe dejaría fuera al equipo madridista. No obstante, la historia blanca en Alemania aconseja cautela, prudencia y concentración en el Signal Iduna Park, donde estará el polaco Robert Lewandowski, el gran artillero del conjunto teutón que el año pasado marcó cuatro tantos.

La ausencia a última hora de Di María, con gastroenteritis, permitió la irrupción de Isco Alarcón. Tenía muchas ganas tras la amarga eliminación el pasado año ante el Dortmund cuando militaba en el Málaga. El andaluz aprovechó de nuevo la ocasión y fue determinante en el claro triunfo. Formó un trío de calidad en la medular junto a Xabi Alonso y el croata Luka Modric. Con ellos hay más criterio en el manejo de balón y cuando consiguen enlazar y superar la presión del rival, este lo acusa.

El Dortmund dista bastante del equipo que eliminó el pasado año al Real Madrid y que luego cayó en la final ante el Bayern Múnich. Aunque el conjunto germano tardó nada más que 40 segundos en llegar con peligro al área de Iker Casillas, muy poco después, a los tres minutos, recibió el primer golpe de la eliminatoria, que batió en su salida a Roman Weidenfeller.

Nada mejor para encarrilar un partido y la eliminatoria. Primer ataque y primer gol. Tuvo un efecto psicológico, porque atolondró al Dortmund y el Real Madrid disfrutó de un primer cuarto de hora magnífico. Sin embargo, no pudo reflejarlo en el marcador por una buena parada de Weindenfeller en un lanzamiento de falta de Cristiano Ronaldo, que disputó su partido 100 en la Liga de Campeones.

El segundo mazazo lo dio el Real Madrid a los 27 minutos, cuando parecía que los de Klopp comenzaban a mandar. Una contra iniciada por Isco que parecía frenada, acabó en el propio malagueño, quien se tomó una dulce revancha personal con un disparo raso ajustado.

Ya en la segunda parte, Cristiano aprovechó un magnífico envío de Modric y puso un 3-0 (min. 57) que sabía a gloria porque la preocupación se instalaba en el bando español y abrió un partido de ida y vuelta constante, que no pudo terminar Cristiano Ronaldo, quien se marchó tocado a diez minutos del final.