El Real Madrid escapó de su mal momento en Liga, levantándose de las derrotas ante Sevilla y Barcelona, con un triunfo de poco brillo pero mucho trabajo en Ipurua (0-2), gracias a los tantos de Bale y de Ronaldo de penalti, ante un Eibar que nunca perdió la cara a su rival. Los guipuzcoanos, que siguen sin poder hacer un gol al equipo blanco, dieron la cara mientras le aguantaron las fuerzas, pero el gol de Bale en los últimos compases de la primera parte les puso las cosas en contra.

El Real Madrid, que se vio expuesto a un duelo de intenso trabajo, supo manejar el partido mejor con el resultado a favor y Cristiano Ronaldo sentenció de penalti al final, tras perdonar varias acciones claras de gol. Rafa Benítez llegaba a la cita con bajas importantes en defensa. Sin Ramos, Varane ni Marcelo no le quedaba otra que apostar por Pepe y Nacho en el centro de la defensa y Danilo cambiado de banda, en la izquierda. Fue titular el colombiano James, como extremo diestro, con el galés Bale de delantero centro, y el portugués Cristiano Ronaldo por la izquierda; aunque el británico y el luso intercambiaban sus posiciones. Mendilibar no contó ni con Bastón ni con Keko.

En un córner, Modric sacó en corto para James, que le hizo la pared y el croata centró para que Bale cabeceara picado en el primer palo y marcara el primero. La estrategia de Benítez desequilibró el duelo. El Madrid tardó en sentenciar, pero lo hizo con un penalti dudoso que marcó Ronaldo y que había sido cometido sobre Lucas Vázquez.