El Real Madrid afronta mañana (20.45 horas) el clásico ante el Barcelona todavía rodeado de euforia tras clasificarse para la final de la Champions League, un ambiente atípico antes de visitar el Camp Nou, con pocos alicientes, más allá del de ver si es capaz de romper la condición de invicto del Barça en la Liga. Sin embargo, las posibilidades de terminar segundo para el equipo de Zinedine Zidane pasan, al menos, por no perder ante el conjunto de Ernesto Valverde.

Sintiendo ya lejana la decepción por el bajo rendimiento en Liga, y con el reciente éxito en la semifinal de Champions ante el Bayern bien fresco, el ambiente antes del clásico entre el madridismo es que la temporada está cerca del notable, a expensas de lo que ocurra en Kiev ante el Liverpool. Aunque una victoria en el Camp Nou mantendría las posibilidades de ser segundo, lo que más motiva entre los madridistas es romper la racha de 34 jornadas sin perder que acumula el Barcelona.

A la baja segura de Dani Carvajal, con una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda, hay que sumar las dudas de Isco y Varane, que no van a forzar para estar en Barcelona. El central francés se ha quedado los dos últimos entrenamientos en el gimnasio, realizando trabajo específico para solventar molestias en el gemelo que sufre desde el partido del martes. Isco, que el jueves empezó a tocar balón, todavía está convaleciente del esguince en el hombro que sufrió en la ida de semifinales de Champions ante el Bayern en Múnich.

Además de los lesionados, si Zidane decide hacer algunas rotaciones, Modric o Kroos podrían descansar y dejar un hueco en el centro del campo para dar paso a Kovacic y Casemiro. En la delantera podrían volver a jugar juntos Ronaldo, Bale y Benzema, si Asensio no está entre los titulares o si Lucas Vázquez vuelve a ser el elegido para ocupar el lateral derecho. La otra opción para completar la defensa, viendo los antecedentes, sería dar entrada a Vallejo como central, junto a Ramos, lo que movería a Nacho al desocupado lateral derecho.

INIESTA, CON EL GRUPO / Mientras, en el Barcelona, el capitán se ejercitó al mismo ritmo que sus compañeros ayer y apunta a estar listo para jugar el clásico, aunque está por ver si Valverde lo meterá de inicio.