Montañeros de Aragón tiene a Pepe Garcés en un pedestal desde que el zaragozano perdió la vida en el Dhaulagiri (8.167 metros). El añorado alpinista se mató un día del Pilar del año 2001. Muy cerca de la cumbre, en una travesía muy comprometida, perdió el equilibrio y cayó al vacío. Desde entonces, el cuerpo de Garcés yace en su querido Himalaya.

Junto a Pauner es el mejor himalayista aragonés. Holló las cumbres del Shisha Pangma, el G-I, el G-II, el Cho Oyu, el Manaslu y los dos grandes, el Everest y el K-2. Montañeros de Aragón siempre ha tenido a Garcés en sus pensamientos y Ramón Tejedor, su presidente, quiso impulsar un pequeño homenaje al alpinista zaragozano durante este otoño. A dos días de acabar un trekking a los campos base del Annapurna y el Dhaulagiri que han realizado un grupo de 17 socios del club capitaneados por Ramón Tejedor, se rindió un sentido homenaje a Garcés. "Fue muy emocionante cuando de repente vimos el Dhaulagiri. Pepe sigue allí en la montaña. Hicimos un pequeño homenaje y guardamos un respetuoso minuto de silencio", dice Tejedor.

El presidente de Montañeros de Aragón ya es un hombre muy curtido en la montaña y ha estado en cinco trekkings en el Himalaya. "Ya he hecho la Vuelta a los Annapurnas, el campo base de la cara sur del Everest con mi hija y unos amigos, el campo base del K-2, la cara tibetana del Everest y el Broad Peak y este último con unos socios del club. Solo me falta conocer el Shisha Pangma y el Kangchenjunga", indica. En septiembre planificó el trekking y el resultado fue un gran éxito. El grupo partió de Zaragoza el 20 de octubre y regresó a Zaragoza el 4 de noviembre. Salieron de Barajas con escala en Qatar y llegada a Katmandú. El precio aproximado por persona del trekking ascendía a 1.800 euros. "Hicimos doce etapas y un total de 190 kilómetros y hemos realizado 7.500 metros de desnivel. El punto mas alto es de 4.200 metros y el más bajo, de mil".

Tejedor era el coordinador del grupo de 17 personas. "Llevábamos ocho porteadores, un guía nepalí y tres asistentes. Eran todos nepalís, aunque el guía sabía inglés". Tejedor se ha quedado muy satisfecho de esta última experiencia. "De todos los que he hecho en mi vida, es el que más me ha gustado. Ha contribuido que el tiempo ha sido muy bueno y el ambiente del grupo, extraordinario". Tejedor a definido este trekking como "omnicomprensivo. Ha sido todo un conjunto de buenas experiencias. Las montañas son magníficas, los bosques extraordinarios, las aldeas con sus habitantes, la dureza del Nepal.... Se aúna naturaleza, cultura, sociología y otras facetas", dice el directivo.

Pero lo que le ha dejado con la boca abierta ha sido una vez más la grandiosidad de los paisajes. "El campo base de la cara sur del Annapurna está rodeado de sietemiles y del ochomil. Ves el Annapurna 3, el Machapuchare, que es una de las montañas mas bellas del mundo, y la cara sur del Annapurna, una de las caras más largas del mundo con la del Lhotse y el Kanchenjunga", dice.

La etapa más dura

En la etapa más dura anduvieron ocho horas y subieron 1.200 metros. Pero el ritmo de las andadas ha sido apto para todos. "Nos lo tomamos con tranquilidad. Comenzábamos a las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Si estas entrenado no sufres y la relación personal era magnífica. Era ridículo terminar en el mediodía y pegarte hasta la cena leyendo o jugando a las cartas", indica.

El grupo era muy variopinto con personas desde los 32 años hasta los 70. "Había una amplia gama de edades entre las seis mujeres y los once hombres. Los dos socios de 70 años eran Antonio Serrano y Primitivo Hernández. Fueron de maravilla puesto que se entrenaron muy fuerte. El secreto del éxito es entrenamiento, buena disposición de ánimo y andar relajado. Tuvimos suerte porque no hemos tenido ningun problema de salud", apunta.