El Real Madrid entró con autoridad en la semifinales de la Liga de Campeones tras superar al Tottenham, que regaló el partido con una pifia de su guardameta Heurelho Gomes, que se tragó un disparo de Cristiano Ronaldo. El balón de la Liga de Campeones es distinto, y a Cristiano le va de cine. Ayer sacó rédito de nuevo, en un encuentro de vuelta cómodo donde nunca pasó aprietos el Real Madrid.

Fue un envite de ida y vuelta en el primer tiempo, en el que no lo hizo mal el Tottenham. Cruzó balones en diagonal hacia Bale, un futbolista de fuste, distinto a sus compañeros. El Real Madrid aguantó el tipo. Apeló al contragolpe como receta. Ozil tuvo su primera ocasión clara de entrada, pero luego fue de más a menos hasta llegar al descanso. El Tottenham con su juego directo y el talento de Modric, merodeó el área de Iker Casillas tras un primer tiempo donde a Bale le anularon un gol.

Tras el descanso, el Madrid se hizo con el mando. El Tottenham, cuando se vio con el 0-1, tiró la toalla. La afición de White Hart Lane sujetó a su equipo, que nunca tuvo el control. La única mala noticia se la llevó Carvalho. Vio una tarjeta amarilla y se perderá la ida de las semifinales.