Es lo que tiene construir un coche imbatible. Mercedes se había acostumbrado a ganar carreras de cualquier forma: a una o a cuatro paradas, con estrategias equivocadas, o cuando sus pilotos cometían errores y remontaban desde el último lugar. O como en el último gran premio del año pasado, cuando Lewis Hamilton ralentizó la carrera a propósito para que los Ferrari atraparan a Nico Rosberg. El chollo se ha acabado. Siguen disfrutando del mejor coche de toda la parrilla, dos o tres décimas más rápido que el Ferrari, pero eso no es suficiente. En el futuro será algo más, pero ya no es segundo y pico como antes. Así que sus pilotos deben andar finos en la pista y los ingenieros acertados en el muro. Ayer, en el comienzo del Mundial de Fórmula 1 en Australia, metieron a Lewis Hamilton a boxes unas vueltas antes de lo necesario y regalaron así la victoria a Ferrari.

Mercedes había sido líder continuado del Mundial desde marzo de 2014. Ferrari se había pasado la temporada pasada sin sumar triunfo alguno. Hay que remontarse a 2015 para recordar los tres últimos de los rojos, los tres por errores de Mercedes: en Malasia, por un error de estrategia; en Hungría, por una cascada de fallos de pilotaje de Hamilton y Rosberg; en Singapur, por problemas graves de puesta a punto. Sebastian Vettel se anotó aquellos tres triunfos pero finalizó tercero en el Mundial, a más de 100 puntos del campeón Hamilton. Con el cambio de reglamento que ha permitido la evolución constante de los motores, la situación en 2017 vuelve a ser un poco la de dos años atrás. Así que en la primera carrera de la temporada en Australia bastó un error de estrategia en Mercedes para dejar el triunfo en bandeja a Ferrari.

EL ENFADO DE WOLF / Hacía tiempo que Toto Wolff no daba un puñetazo en la mesa del box. Esta vez golpeó en dos ocasiones con rabia al ver la metedura de pata, al comprobar cómo Sebastian Vettel volvía a pista líder tras la parada en boxes. Y todo por mandar entrar a Hamilton cuatro vueltas antes, cuando era líder de la carrera, con un segundo de diferencia sobre Vettel.

Sin embargo, le hicieron entrar y salió entre el tráfico. Sin poder adelantar al correoso Max Verstappen, que no se había detenido, entregó la carrera a razón de un segundo por vuelta. «Teníamos muchas dudas, pero cuando metieron a Lewis entre el tráfico todo se aclaró para nosotros», explica Jock Clear, jefe de estrategia de Ferrari, admitiendo que la mencionada maniobra les había facilitado el triunfo.

«Fue una suerte que Lewis haya salido con tráfico después de su primera parada, pero es muy positivo descubrir que el coche funciona», corroboró Vettel, feliz tras el triunfo en la primera prueba de la temporada.

LAS EXCUSAS DE LEWIS / A la confusión del muro de Mercedes contribuyó Lewis Hamilton. El tricampeón debe dejar de utilizar la radio para lanzar excusas. Ya no tiene un coche tan superior al resto de la parrilla de fórmula 1. «No tengo agarre», dijo en la vuelta de formación, como para curarse en salud por si salía mal. Pero arrancó como un tiro. Después, cuando vio que no se despegaba de Vettel, comenzó a reportar que los neumáticos estaban en el final, cuando no era así. «Cuando la ventana del undercut empezó a ser posible sentimos que los neumáticos no iban a aguantar. Fue la impresión del equipo en el muro de boxes mirando los datos y la de Lewis en el coche también», explicó Wolff. «Quizás lo hicimos dos vueltas antes de lo debido. Pero Ferrari jugó muy bien y tenían el coche más rápido», añadió el máximo responsable de Mercedes.

Esa fue la lucha por la victoria en una carrera muy táctica. Valteri Bottas y Kimi Raikkonen no batallaron con nadie para completar las cuatro primeras posiciones. Verstappen taponó a Hamilton unas vueltas para ser quinto, mientras que Carlos Sainz y Checo Pérez ofrecieron algunos de los pocos duelos. El español fue octavo, pero pudo ser séptimo por delante del mexicano, si el equipo no le fastidia la estrategia en favor de su compañero Kvyat, que, además, finalizó un puesto por detrás. Mientras, Alonso (McLaren) tuvo que retirarse a tres vueltas para el final al romper la suspensión.