—El Girona está en ascenso directo y el Zaragoza es octavo a seis puntos. ¿Cómo afrontan el partido del domingo?

—El equipo está con ganas, llegamos al parón navideño a muy buen nivel y fue una pena dejar de jugar. A ver si seguimos con la buena línea que traíamos hasta entonces. Nos costó arrancar en la Liga, pero en el último tramo del año encontramos esa regularidad, ganamos bastantes partidos y con una buena imagen. Ese es el camino a continuar. Nuestro objetivo por subir es claro y para eso tenemos que sacar el mayor número de puntos fuera de casa, porque en nuestro estadio ya estamos muy bien.

—¿Consideran al Zaragoza un rival directo?

—Claro. Y aún queda mucho por recorrer. Todavía no estamos ni a la mitad de la Liga. Yo espero que el Zaragoza termine de arrancar y se una al carro de los equipos que pelean por estar arriba. No me cabe duda de que así será a final de temporada y que peleará por la liguilla y, por qué no, por las plazas de ascenso directo.

—¿Qué destaca del Zaragoza?

—Creo que se caracteriza por su capacidad ofensiva. No está encontrando la regularidad en las dos áreas, pero sí hace muchos goles. Lo tenemos bien mirado eso, porque en esta categoría no es fácil marcar tanto con la igualdad que hay. Si el Zaragoza fuera un poco más solvente atrás estaría mucho más arriba.

—Ahí destaca Ángel, con sus 10 goles. ¿Es el más temido por el portero rival?

—El nombre que más destaca es ese, está claro, porque además tiene mucha calidad y es muy rá- pido. Pero Cani ha jugado mucho en Primera y Lanzarote a balón parado se las gasta muy bien. En la estrategia son muy peligrosos, con uno de los mejores lanzadores de la categoría. Creo que no hay que individualizar, tienen mucho peligro en las botas varios jugadores.

—El entrenador del Girona les ha alternado a usted y al exzaragocista Bono en la portería, pero ahora su competencia anda en la Copa de África. Eso le asegura la titularidad en La Romareda...

—Empezó la Liga jugando él y terminé yo antes de las vacaciones. El míster ha decidido esa rotación y no es lo más normal ni lo que se acostumbra en otros equipos, pero aquí está dando resultados y no nos permite a ninguno relajarnos en la pelea. La competencia es muy sana, Bono es un chico muy bonachón y tiene mucha proyección y virtudes. Creo que será un meta importante en el fútbol, porque condiciones y cualidades no le faltan.

—Es inevitable preguntarle por el partido de Palamós. Usted era el meta del Llagostera aquel día, que acabó con un 6-2 histórico y doloroso para el Zaragoza. ¿Se explica lo sucedido?

—Sinceramente, fuimos nosotros los primeros sorprendidos del resultado abultado. O ellos no supieron afrontar el partido como debían o simplemente no les salió. Nosotros estábamos prácticamente de vacaciones, pero quisimos jugar nuestro partido, pero el resultado tan amplio fue muy inesperado. Eso está claro. Ellos eran los que se jugaban algo y el Llagostera no se jugaba nada.

—Hubo muchos comentarios posteriores de primas y de que quizá el Llagostera sí se jugaba algo en el envite.

—Esto es fútbol y siempre hay ese margen para la sorpresa en los resultados. Pero la rumorología estuvo ahí y se oyeron muchas cosas. Yo sí puedo decir muy claro que juro por toda mi familia entera que no había ninguna prima de terceros equipos para el Llagostera. ¡No por una persona de mi familia, por toda entera lo juro! No hubo nada de nada en ese aspecto.

—¿Les molestaron esos comentarios posteriores a su victoria contra el Zaragoza?

—Claro que molesta. Y duele mucho. Si sales y el Zaragoza te mete cinco, los otros equipos, o sus aficiones, dicen que te ha primado el rival para dejarte ganar. Si tú vences, lo que pasa según muchos es que estabas primado por el resto. A final de temporada siempre hay esas historias. Encima de estar jodidos por el descenso, que digan que estábamos primados duele porque es mentira. Si te lo tienes que escuchar siendo verdad, pues ojalá y además al menos sabes que lo dicen con motivo. ¡Pero es que es mentira! Nosotros salimos a hacer nuestro partido, a jugar con la mayor profesionalidad a pesar de estar ya descendidos a Segunda B, y el Zaragoza no estuvo a su nivel. No hay que darle más vueltas. Las imágenes están ahí y se vio claro lo que sucedió en aquel encuentro.

—A los 33 años ha fichado por el Girona tras dar muchas vueltas en el fútbol. Le llega tarde la opción de lograr un ascenso a Primera División, ¿no?

—He recorrido mucho fútbol de Segunda B y de Segunda, es verdad. El Girona, cuando me dio la oportunidad de fichar en verano, supuso un paso más en mi carrera por pelear por un ascenso a Primera, que es un bonito reto. Para mí es una oportunidad única la de subir a la élite, quizá la última y voy a poner todo mi esfuerzo en poder conseguirlo con el Girona. Ojalá sea así.