Fue la gran sorpresa de la noche. Una atleta modesta y veterana se llevaba el premio a la mejor de la Gala del Deporte Aragonés. Era la alcañizana Pilar Prades. La turolense no se lo podía creer cuando su nombre fue mencionado por el locutor entre olímpicas como María José Poves, Pilar Cordón y Begoña García. «Pensé que había cumplido todos mis sueños con estar entre las cinco finalistas. Era el premio más grande y con esto no podía aspirar a más. Tenía claro que no contaba con muchas opciones, porque había mucho nivel, pero la vida te sorprende», indica la turolense.

Prades subió a lo más alto junto a otro especialista de carreras por montaña, Luis Alberto Hernando, elegido en la categoría masculina. «No pensaba que ganáramos porque no somos un deporte mediático. Luis Alberto es una bellísima persona como deportista. Se ve en los resultados. Es muy sufridor y muy humilde», reconoce Pilar Prades.

La alcañizana se sentó junto a otro especialista en carreras por montaña, el joven Daniel Osanz. «No se llevó el premio, pero también se lo merece. Es una máquina y ha ganado la Copa de España de carreras verticales. Pero todos los candidatos se lo merecen», explica. También le acompañó Fermín, su esposo, que fue el que le puso el primer dorsal en una carrera. Eso fue hace 20 años. «Recuerdo que era una prueba cortita de 12 kilómetros en la sierra de Cuenca. Después disputé medios maratones y llegué a correr el maratón de Hamburgo en un tiempo de 3.24», explica la montañera.

Fue hace siete años cuando entró en el mundo de las carreras por montaña. Quién le iba a decir que años más tarde llegaría a estar entre las mejores de España. «La primera fue en la Iglesuela del Cid. No llegué ni entre las tres primeras. Después me llamaron de la selección aragonesa y disputé la Puyada a Oturia. Era mi primera carrera larga. Tenía 38 kilómetros. Quedamos las cuartas de España», indica.

Desde entonces no ha hecho otra cosa que mejorar en la especialidad. Hace cinco años se impuso en el Campeonato de España de Kilómetro Vertical en la categoría veterana, el año pasado fue la quinta del Nacional absoluto de la modalidad y este año es la primera clasificada de la Copa de España de carreras en línea. La última prueba se celebra el próximo fin de semana en Murcia.

Prades puede compatibilizar perfectamente su trabajo con el deporte. Es enfermera en el hospital de Alcañiz. «Por las mañanas trabajo y por las tardes entreno. Entre semana hago cambios de ritmo y cuestas en la ermita de Santa Bárbara. Los domingos tiradas de tres, cuatro o cinco horas por los Puertos de Beceite». Le prepara su marido. «Antes me llevaba Miren Andueza, pero le pedí una planificación a Fermín esta temporada y me va bien». Reconoce que tiene las carreras por montaña en la sangre. «No me encuentro cansada de correr, pero estoy pensando en dejar la selección aragonesa. Exige mucho compromiso, muchos viajes... Viene gente muy preparada. Soy una veterana de 47 años a la que le cuesta mantener mucho el tipo. Correré siempre que las piernas me dejen, pero el nivel bajará», explica.

Siempre soñó con correr el Tour del Mont Blanc y este año disputó la famosa carrera de Zegama en Euskadi. «Pero la prueba del Valle de Tena no le tiene que envidiar». Con su hermano Roberto vivió el año pasado una gran experiencia en la Gore Tex Trasalpine-Run. Es una carrera por etapas en los Alpes de Austria, Italia y Alemania. «Fuimos quintos en parejas mixtas. Es la más emotiva porque en tantas horas pasas de todo. Te encuentras contigo misma y con la montaña cuando las cosas no van bien y descubrí a Roberto, aunque ya lo conocía...», concluye.