Está siendo una semana espectacular para el deporte blanco aragonés. El miércoles se hizo oficial la selección del altoaragonés Martí Vigo para los Juegos Olímpicos de Pyeongchang. Y este fin de semana la jacetana Alba Puigdefábregas debuta en la competición más importante de su trayectoria. Son los Campeonatos del Mundo júnior que se celebran en la estación suiza de Goms. Este domingo debuta con la especialidad de esprint patinador, el martes 30 de enero disputa los 5 kilómetros en estilo clásico y finaliza el 1 de febrero con el skiathlón, prueba en la que se compite en 5 kilómetros en estilo clásico y 5 en patinador.

España acude además con María Iglesias, de Cataluña. No acude ningún chico. Puigdefá- bregas llega esperanzada. «Espero hacerlo bien. Estoy en mi mejor momento de forma y lo daré todo. La prueba que mejor se adapta a mis características son los 5 kilómetros en estilo clásico. Iglesias también corre la misma prueba», explica la jacetana. Espera con ganas y sin presión el inicio del Mundial. «Antes me ponía más nerviosa, pero ahora tengo los justos. Lo tengo todo más controlado y me concentro mucho los días previos», explica.

La progresión es constante en la aragonesa. Estuvo seis años en el Centro de Tecnificación de la territorial. Ha ganado todos los Campeonatos de España de su categoría, carreras FIS y hace dos años disputó los Juegos Olímpicos de la Juventud en Noruega. El año pasado corrió el Festival Olímpico de la Juventud Europea (FOJE) en la estación turca de Erzurum. «Nunca he disputado el Campeonato del Mundo. Para mí estaría muy bien quedar por la mitad de la tabla. Habrá mucho nivel con esquiadoras de Europa Central, Estados Unidos, Noruega, Austria, Suiza y Francia. No conozco a nadie, no hay una clara favorita, pero las nórdicas suelen ir muy bien», explica.

Forma parte de una familia de esquiadores, Hugo su padre y Marcos, su hermano, practican esquí de fondo y Sara, su madre, esquí alpino. «Comencé a hacer esquí alpino y de fondo en Cancanchú. Al final me decanté por el segundo. Estudiando en el instituto Domingo Miral de Jaca me integré en el CETDI. Y desde el año pasado dejé los estudios y me centré en el esquí de fondo», dice la esquiadora. Es una deportista realista y con los pies en el suelo. «No me gustaría volcarme a tope con el esquí. Tiene un final y no eres esquiador siempre. No puedes vivir de esto y hay más cosas en la vida. Creo que se puede esquiar a alto nivel estudiando. Pero para un español un resultado buenísimo sería quedar entre los diez primeros como máximo», explica.

Este invierno ha ido viajando por toda Europa compitiendo. «He estado viviendo en Noruega y en Centro Europa compitiendo en Suiza, Francia, Italia y Austria. Actualmente tengo 19 años y voy a probar ser una profesional del esquí y de cara al año que viene empezaré Veterinaria, no sé sí en Zaragoza o fuera de España. Pero me gustaría estar cerca de un sitio donde pueda esquiar», explica la deportista oscense.

Piensa que este año ha mejorado el grupo de promesas aragoneses que están en el CETDI. «El año pasado estábamos tres y este año se ha llenado con 11 esquiadores». Ve con admiración la progresión de Martí Vigo. «Admiro su dedicación y su pasión por el esquí. Es un ejemplo a seguir». Su hermano Marcos vive hace cuatro años en Lillehammer. «Destaco su constancia y trabajar por lo que le gusta», dice la jacetana.