Fueron los reyes de la crono en Soria. Los aragoneses Jaime Castrillo y Sergio Samitier conquistaron el oro y la plata de la prueba contra el reloj de los Campeonatos de España en la categoría sub-23. El día siguiente en la prueba en línea Castrillo se conformó con la décima plaza, mientras Samitier se pegó entre pecho y espalda 100 kilómetros. Los deportistas del Lizarte navarro son dos de los ciclistas con mayor proyección del panorama nacional.

Al jacetano no le sorprendió llevarse el oro. «Pensaba que estaría entre los primeros puestos», reconoce el altoaragonés. Era una crono dura con 19 kilómetros de recorrido y 250 metros de desnivel. En el punto intermedio Samitier aventajaba a Castrillo en cuatro segundos. «En la segunda parte marqué el mejor tiempo. Fui a tope durante todo el recorrido», dice.

Samitier hace balance de su actuación en Soria. «Dos aragoneses primero y segundo es muy fuerte. En la crono, mientras gane Jaime, es como si lo hubiera hecho yo». El barbastrense reconoce que «en 19 kilómetros poco se puede guardar, salí a tope y llegué también a tope. Es mucha agonía y vas a 185 pulsaciones 30 minutos. Quizás salí un poco fuerte», reconoce Samitier.

El día siguiente disputaron la carrera en línea de 145 kilómetros. «Samitier se escapó desde el principio e hizo una cabalgada muy buena. Fue una pena que no llegase, pero ahí quedó la machada», reconoce Castrillo, que empalmó con la cabeza a diez kilómetros de meta. «Intenté ayudar a Fernando Barceló, que fue el cuarto», explica Castrillo.

Samitier reconoce que no tenía planificada la escapada. «Sabía que tenía que estar delante, pero no se animó más gente. Pensé en dar espectáculo, una exhibición. Si ganaba, ganaba. Y si no, no pasaba nada. Al final la gente se fija en cómo corres. Esto hay que hacerlo en sub-23. En profesionales no me podré escapar 100 kilómetros», dice Samitier.

Ambos tienen 21 años y llevan muchos corriendo juntos. «El año pasado Samitier se destapó como un gran ganador. Sube muy bien y tiene olfato ganador en grupos pequeños. Es un killer», afirma Castrillo. Samitier está seguro de que Castrillo triunfará en profesionales. «Tiene un motor increíble. No es rápido, pero se pone a su subir un puerto y deja a todo el mundo. Es como si todos corriéramos con un 600 y él con un Ferrari. Es un tipo al estilo Wiggins. Y es muy voluntarioso», explica el barbastrense

Castrillo sueña con correr el año que viene en Movistar, donde ya compite hace dos años el serrablés Jorge Arcas. «Podría ir el año que viene al Movistar, pero no hay nada firmado. Hay muy buena relación con el Lizarte», afirma. Es un ciclista de pocos triunfos. El más deslumbrante lo consiguió hace tres cursos con el Nacional juvenil. Nació en Bilbao, pero lleva toda la vida en Jaca. «Mis padres son militares y los destinaron en Jaca. Conocí la bici gracias a mi madre, que hacía carreras cicloturistas y comencé a competir en el 2012 siendo cadete», dice.

Samitier comenzó a montar en bici a los siete años. Reconoce que no está claro el futuro del ciclismo profesional español. «Están las cosas tan mal que intentaré correr donde pueda. Si no es en el Movistar o el Caja Rural, tendré que buscarme la vida en otro sitio». Lo que resta de temporada se lo plantea «carrera a carrera. Necesito palmarés para pasar a profesionales. Quiero forzar a los de arriba. No es una presión y lo llevo bien», concluye.