Fue el más rápido en la primera sesión, en la segunda, en la tercera, y Daniel Ricciardo (Red Bull) no falló para lograr la segunda pole position de su carrera, dos años después de la que consiguió, también aquí en Mónaco. «El 50% del trabajo está hecho», dijo a su ingeniero por radio. Puede que, tratándose de las calles de Mónaco, sea algo más, pero el australiano aún tiene fresco en su memoria cómo un error de estrategia le privó entonces de la victoria. «Fuimos los más rápidos en cada sesión, pero la carrera es el domingo y será cuando lo celebremos», recordó.

Ricciardo ha ido batiendo el récord de Mónaco durante todas las sesiones y lo rebajó de nuevo hasta 1.10.8 minutos en un primer intento perfecto, impecable, que ni siquiera el australiano pudo superar. «No he tenido el ritmo necesario, y ha sido imposible seguir a Daniel», confirmó Lewis Hamilton (Mercedes), que arrancará tercero, minimizando daños, porque en el circuito mas desfavorable para Mercedes, el lugar donde Ferrari debería estar claramente por delante, solo tiene por delante a Sebastian Vettel.

Mónaco actúa como un escáner sobre el talento de los pilotos. Las estrechas calles, los muros, la velocidad... los pilotos actúan bajo la máxima presión. Y en Mónaco sale a relucir lo que otros circuitos a veces enmascaran. Es el mejor sitio para dar un golpecito en la mesa», dice Carlos Sainz, que saldrá octavo, justo detrás de Fernando Alonso.