La tragedia rozó al deporte aragonés, pero se quedó en un susto. El viaje del Ríos Renovables a Jaén, donde debía disputar anoche la vuelta de las semifinales de Copa, se vio interrumpido por un accidente a las 6.30 de la mañana cuando el autobús que transportaba al equipo aragonés chocó con un camión. No hubo ningún herido entre los aragoneses, tan solo el conductor del camión sufrió una pequeña contusión, y la plantilla pudo abandonar el lugar del accidente por su propio pie, regresando después a casa en AVE. El partido de Copa quedó suspendido y los clubs tienen ahora tres días para ponerse de acuerdo en una nueva fecha.

El Ríos Renovables es un equipo de élite, de la máxima categoría nacional, pero ajeno a los lujos de deportes más ricos. Nada de aviones, nada de AVE, nada de concentraciones en hoteles de alto estanding. Su realidad se cimenta en horas y horas de autocar por las carreteras de España que los jugadores afrontan con el mismo esfuerzo y espíritu de sacrificio que muestran en la pista. Para ir a Jaén, donde podían hacer historia en busca de su primera final copera, el Ríos Renovables salió en autobús a las doce de la noche del martes con unas ocho horas por delante hasta su destino final. Los jugadores intentaban descansar cuando se produjo el accidente. En la A-4, a la altura de Almuradiel (Ciudad Real), el vehículo chocó contra el guardarraíl de la derecha. Un camión que venía por detrás quiso adelantarle por la izquierda pero el impacto desplazó al autocar hacia ese lado, golpeando la carga del camión. Éste volcó y ambos vehículos se arrastraron unos metros hasta que pudieron frenar sin mayores consecuencias.

«Todos estábamos dormidos, ha sido bastante peor porque el susto ha sido más gordo. Te despiertas con el golpe del accidente, desorientado, en plan shock», relata Nano Modrego, el veterano goleador. «A mí me ha despertado el primer golpe que nos hemos dado con el guardarraíl de la derecha. Luego he visto cómo el autobús se iba hacia a la izquierda. No he llegado a ver al camión volcando. Los que iban delante sí lo han visto», añade Modrego.

La oscuridad de la madrugada no ayudó mucho. «Estaba dormido y me he despertado con el choque y los gritos. Era de noche, iba en la parte de atrás. En cuanto ha hecho el extraño y han empezado a sonar las líneas la gente se ha empezado a despertar, luego hemos chocado contra el quitamiedos y a partir de ahí sí que ha sido un poco de caos dentro del autobús porque no sabías muy bien lo que estaba pasando», añade Richi Felipe. La expedición se temió lo peor. «La mayoría estábamos agarrados esperando un choque más fuerte. Al final se ha podido reconducir un poco la situación y no nos hemos salido de la carretera», explica.

Tras el susto llegó la espera. «Hemos ido a bajar del autobús porque ha salido una pequeña llama del choque del camión con la carretera pero eso se ha quedado en nada. Hemos estado esperando dentro del autobús», continúa Richi Felipe. «Cuando ha venido la Guardia Civil, al cabo de dos horas, nos ha dicho que cogiéramos todas nuestras cosas y nos fuéramos a una gasolinera que había en la siguiente parada, a unos dos kilómetros antes del lugar donde estábamos», indica Modrego. Allí llegaron sobre las 8.30 de la mañana y pudieron tomarse un café, tranquilizarse y, sobre todo, avisar a las familias por su propia voz de que no había pasado nada.

La espera se prolongó hasta las 13.00 horas aproximadamente. El club solicitó de manera inmediata el aplazamiento del partido y, una vez confirmado, la expedición puso rumbo a casa, en autobús hasta Ciudad Real y de ahí en AVE, primero a Madrid y después a Zaragoza. «Estoy muerto, con ganas de ver a mi hijo, a mi mujer, a mis padres y sobre todo poder descansar de este día tan ajetreado», relata un agotado Nano Modrego.

El Ríos Renovables recibió muestras de cariño de aficionados, clubs e instituciones de toda España. «He tenido que cargar el móvil dos veces de tantos mensajes y llamadas. Las agradecemos todas porque nos han alegrado el día», dice Modrego. La entidad agradeció especialmente el trato y la consideración del Jaén, que facilitó la suspensión del partido. «En lo último que estábamos pensando era en jugar», dicen.