Puede ser que les confundiese el circuito, correr ante los jefes de las marcas japonesas, la lluvia, el frío, el inicio del decisivo triplete, ya saben Japón, Australia y Malasia, o la necesidad de hacerlo demasiado bien para salir delante en la primera de las carreras decisivas, pero lo cierto es que todos los líderes, los favoritos, los candidatos, los campeones tuvieron ayer, en el trazado de Motegi (Japón) una actuación desconcertante, tanto que el líder de Moto3, el joven mallorquín Joan Mir (Honda) ha arrancado esta madrugada desde la 20ª posición; el candidato favorito de Moto2, el italiano Franco Morbidelli (Kalex), lo hizo desde la cuarta fila y el mismísimo Marc Márquez (Honda), que dominó con autoridad el 80% de los entrenamientos, debió de conformarse, al final, con salvar la primera línea de salida y arrancar desde la tercera posición.

Pero hubo más. Romano Fenati (6º) y Aron Canet (3º), que persiguen a Mir, estuvieron también espesos; Thomas Luthi, que es quien le discute el título intermedio a Morbi, arrancará 13º y, encima, los dos se cayeron nada más empezar la sesión para la formación de la parrilla de Moto2; y, en la categoría reina, el desbarajuste ya fue tremendo, sorprendente, pues las dos primeras plazas fueron para dos pilotos de equipos satélites, que corren con motos que no son pata negra, como la Yamaha de Johann Zarco, segunda pole del año tras Holanda. Esa Yamaha es la de Valentino Rossi del 2016.

Y, hablando del Doctor, la lió parda cuando, lloviznando, con chirimiri sobre la pista, arrancó la quali con neumáticos lisos y, claro, al final no tuvo más remedio que reconocer que «nos hemos equivocado, pues creíamos que se iría secando poco a poco, pero no, ha sido un desastre, de todas formas con esta Yamaha es imposible hacer nada sobre el agua». Tan desastre es la M1 de este año en días de lluvia que Rossi saldrá 12º y Maverick Viñales (Yamaha) no tuvo más remedio que reconocer que «con esta moto es imposible pelear por el título». MVK partirá desde la 14ª plaza. Viñales está a 28 puntos de Márquez, mientras que Andrea Dovizioso (Ducati), que está a solo 16, también se despistó y arrancará desde la tercera fila (9º), aunque sonriendo «porque me han dicho que lloverá bastante y la Desmosedici va mejor con más agua».

Ni qué decir tiene que Márquez, viendo tan en forma a Jorge Lorenzo (Ducati), que arrancaba quinto, pidió públicamente que no hubiese órdenes de equipo en la firma italiana y que el mallorquín no ayude a Dovi. Rossi ya dijo que no piensa ayudar a Viñales, que tampoco lo necesitará por la mala pinta que tiene su rendimiento. Eso sí, el italiano Danilo Petrucci (Ducati), segundo junto a Zarco en la primera línea de MotoGP, que ya perjudicó a Dovizioso acabando por delante de él (2º y 3º, respectivamente) en el Gran Premio de San Marino que ganó Márquez, ha dicho: «Mi objetivo en carrera es no fastidiar a Andrea en carrera».