El piloto italiano Valentino Rossi (Yamaha), de 38 años, nueve veces campeón del mundo de velocidad, cuarto de Mundial-2017 de MotoGP por detrás del italiano Andrea Dovizioso (Ducati) y los catalanes Marc Márquez (Honda) y Maverick Viñales (Yamaha), abandonó ayer por la mañana el hospital Universitario Riuniti, en Urbino, para trasladarse a su casa de Tavullia, en compañía de su madre Stefania y su amigo del alma Uccio. Los mismos médicos que le operaron de la doble fractura de tibia y peroné el jueves, que se produjo en su pierna derecha mientras practicaba enduro, le dieron el alta después de que pasase una noche tranquila.

En un comunicado hecho publico poco después, Rossi volvió a dar las gracias a todos los que le atendieron desde el primer momento, en especial, a las asistencias de urgencia, y volvió a repetir que en lo único que piensaba era «en subirme a la moto cuanto antes, aunque no no lo haré si mi cuerpo no se recupera como esperamos». Hay quien cree que el Doctor podría estar pensando en regresar ya, a finales de mes, en Aragón, aunque todos creen que se reservara la vuelta hasta el GP de Japón, el 15 de octubre.

El nueve veces campeón del mundo se lesionó mientras entrenaba con una moto de Enduro y fue trasladado primero en un hospital de Urbino (en la región de Las Marcas, centro de Italia) y, luego, en la cercana clínica Torrette de Ancona, para someterse a la operación.