Otro caso de espionaje vuelve a sacudir al Barça. Jaume Roures, presidente del grupo Mediapro, presentó el jueves una querella criminal contra Sandro Rosell como responsable de haber participado en la intervención de su correo personal durante al menos tres años (2008-2011) "en una trama perfectamente organizada" y que afectó a personas y empresas con las que mantenía contacto, entre ellas Pep Guardiola. La demanda también se amplia al empleado de Mediapro que accedió al ordenador de Roures, Robert Cama, a Joan Carles Raventós, que entonces trabajaba en la empresa de Rosell y que ahora es director de secciones del Barça, y al FC Barcelona, al que considera "víctima y coautor" dado que ha estado al corriente del asunto. "Es miserable y mezquino", denunció sobre la conducta de Rosell.

Roures se mostró muy duro en su intervención ante lo que es un caso que "va mucho más allá de los negocios" y expuso su confianza "en que los jueces y la policía investiguen a esta gentuza". En la lista de afectados a los que invitó a sumarse a la demanda está Guardiola, a quien asesoraba, Laporta, Joan Oliver, Evarist Murtra, Ferran Soriano, Marc Ingla, Andreu Buenafuente, Banc de Sabadell, el bufete Garrigues, agentes de jugadores...

TIRAR DEL HILO

Todos esos emails acabaron en manos de Rosell, primero cuando estaba al frente de su empresa Bonus Sport Marketing, ("en algunos temas éramos competencia"), y después cuando ya era presidente. "Se ha pasado tanto tiempo hablando de que era víctima de espionaje y resulta que era él quien espiaba a los demás", afirmó. Se da la circunstancia que el Barça contrató a Cama por mediación de Rosell cuando fue despedido de Mediapro y, de hecho, sigue trabajando como responsable informático.

Las primeras sospechas nacieron a raíz de algunos comentarios que hizo Rosell y que pusieron sobre la pista a Roures. "Además de miserable, Sandro es bastante bocazas", comentó. ¿Por qué ahora? ¿Por qué ha tardado tanto en denunciarlo? Roures lo justificó aludiendo a los siete años que ha durado la "guerra del fútbol" con Prisa y a la negociación por los derechos de televisión que se ha resuelto hace poco y donde Mediapro ha obtenido el mayor paquete.

También se refirió a una conversación con Rosell y Raventós, que antes había trabajado en Mediapro, en cuanto descubrió el espionaje. Reconoció que recibía correos pero que los borraba, que hacía delete. "Te habrá salido un callo", le dije. "Me dijo que lo teníamos que arreglar a la catalana, debe ser eso del oasis, hoy por ti mañana por mí. Soy profundamente catalán pero gilipollas poco, y ya le avisé que esto no acabaría así".