La defensa del balón parado es la asignatura pendiente del Huesca. Así, su entrenador, Joan Francesc Ferrer, Rubi, aseguró que su equipo tiene que intentar evitar «los errores a balón parado» que están cometiendo y que cada semana les penalizan mucho. El primer paso para aprobar ese examen es mañana en casa ante un Valladolid lanzado.

«Tenemos claro cómo hay que defender a balón parado pero a veces hay despistes y hay que evitarlos porque los errores pueden tener consecuencias y los estamos pagando muy caros. Los jugadores son conscientes de todo ello y en eso hemos insistido», apostilló el técnico del conjunto altoaragonés. Igualmente señaló que tiene «muchas ganas de vencer por todos» y que se encuentra «un poco triste» porque quería que su equipo hubiera comenzado mejor.

«Sin embargo, los jugadores están con muchas ganas y muy implicados y, si tenemos paciencia todos, llegarán los resultados», subrayó Rubi, que añadió que la responsabilidad es de los futbolistas y del entrenador y que confía en el equipo oscense porque tiene «buenos jugadores».

PARTIDO 300 en Segunda / El choque ante el Valladolid será el número 300 del Huesca en Segunda, una efeméride que se quiere sellar con un triunfo. Pero no será fácil. Sobre su rival de mañana, Rubi opinó que está en un momento «álgido» porque se encuentra «con confianza. Tiene un estilo de juego muy definido y con las ideas muy claras, por eso tendrá más mérito si le ganamos, y para nada me dejó una herida abierta el que nos eliminaran de la Copa», concluyó el preparador del conjunto azulgrana.