Saúl Ñíguez, centrocampista de la selección española y del Atlético de Madrid, afirmó ayer en Alicante que Luis Enrique Martínez, nuevo seleccionador, le ha pedido que sea el jugador que es habitualmente en su club. «No me pide nada extraño, que trabaje para el equipo y que tenga llegada en el área», comentó el centrocampista ilicitano, autor de uno de los dos goles de la selección española ante Inglaterra este pasado sábado y la gran apuesta del nuevo seleccionador después pasarse todo el Mundial en el banquillo.

En el nuevo diseño de un centro del campo que rebaja el toque ya sin el genio Andrés Iniesta, apareció como novedad Saúl, que dio en Wembley una exhibición de sus virtudes. Jugador con presencia en todas las zonas del campo, que salva acciones de peligro del rival en propia área y las genera en la contraria con una llegada por sorpresa de segunda línea que se convirtió en el primer tanto de la ‘era Luis Enrique’. Fue el futbolista que más disparó sobre portería rival. Una muestra de que la selección española tenía en el banquillo en la fatídica tarde en Moscú, que costó la eliminación en octavos de final ante la anfitriona Rusia, una solución al toque sin profundidad en la que cayó con su rival encerrado en su terreno.

Saúl negó que se sintiera un jugador «fundamental» en la selección, ya que recordó que solo lleva once partidos con España y desveló que está satisfecho con el rol que tiene. «No necesito más minutos para sentirme importante», afirmó el ilicitano, que no quiso analizar si ha llegado su momento de ser titular en la selección y aseguró que se limita a intentar «aprovechar la oportunidad».

Saúl admitió haber recibido muchos mensajes de felicitación por su actuación ante Inglaterra, pero valoró especialmente «los de los familiares y amigos, que son los que siempre están a mi lado en los malos momentos».

El centrocampista no quiso opinar sobre su nula participación con la selección en el pasado Mundial de Rusia: «No es el momento de hablar del pasado. Es verdad que le di muchas vueltas durante el verano, pero el pasado ya no importa», aseguró Saúl, quien dijo haber vivido una «experiencia inolvidable» pese a su suplencia. «Al final tengo que trabajar para mi equipo para que las cosas salgan», reiteró.

El jugador, pese a la buena imagen ofrecida por España, pidió prudencia y «mantener los pies en el suelo» tras la victoria en Inglaterra y destacó la calidad del centro del campo de Croacia, si bien pidió centrarse en lo colectivo y no en las individualidades.

Saúl también admitió que es «muy especial y emotivo» volver a Elche con la selección española y confió en que algún día pueda vestir la camiseta del equipo ilicitano, en el que jugó su padre, juega actualmente uno de sus hermanos y en el que se formó.

Por último, el jugador atlético tuvo palabras de elogio para Xavi Hernández y Andrés Iniesta, a los que calificó como «historia» de la selección española y no se atrevió a asegurar tras su retirada que hay un cambio de perfil en los centrocampistas españoles. «Nos hicieron los mejores del mundo y ellos merecieron ser también reconocidos como los mejores. Ahora viene otro tipo de jugador. La filosofía que ellos marcaron con Luis Aragonés fue el principio de una época dorada y nosotros intentaremos conseguir algo, porque repetir todo será difícil», concluyó.