Su W03 se come los neumáticos en carrera, pero en calificación, a una vuelta, en el momento que puede utilizar la conjunción del alerón móvil y el conducto S (invento de Mercedes), es tan rápido como el que más. Y eso es suficiente para que Michael Schumacher demuestre al mundo, que, a sus 43 años, le puede ganar a cualquiera. Solo necesita ¿como todos, también los veinteañeros-- un buen coche para hacerlo. El heptacampeón del mundo se postula como candidato a lograr la pole en el calificación del Gran Premio de China (8.00 horas, TV-3, Antena 3) tras concluir la segunda sesión de entrenamientos al frente de la tabla de tiempos.

Schumi batió al resto sobre una pista algo resbaladiza por una húmeda niebla que envolvió el faraónico circuito de Shanghái, el mismo sobre el que consiguió la última victoria de su carrera, en el año 2006.

Con un asfalto más seco, fue Lewis Hamilton quien marcó el mejor crono en la primera sesión. Los dos optan a la pole y los dos saben que sufrirán mucho con el desgaste de los neumáticos en una carrera especialmente dura con las gomas. El problema del Mercedes W03 es evidente. Los coches de Schumacher y Rosberg destrozan las gomas y eso, por ahora, les aparta de la lucha por el podio. Eso sí, las dos larguísimas rectas de este circuito ¿la de meta suma 1.145 metros-- les proporcionan el escenario perfecto para exprimir el conducto S, una variante del ahora prohibido conducto F que se usó en el 2010, y que el resto de los equipos quiere copiar a toda prisa. Básicamente, utiliza los cambios en el alerón móvil para enviar más flujo de aire al alerón trasero, con lo que el piloto consigue ganar unos 15 kilómetros por hora más de punta velocidad. Schumacher consiguió la tercera posición en la parrilla en Malasia, pero el trazado de Shanghai le dará una opción más de pelear por la pole. "No estamos todavía donde queremos estar, pero el equipo está trabajando bien y llegaremos. Hoy hemos conseguido un buen equilibrio y eso facilita lograr el mejor tiempo", dice el alemán con cautela.

Hamilton y los neumáticos

En cambio, el McLaren de Hamilton es rapidísimo en calificación (el inglés se ha anotado las dos poles del año) y extremadamente consistente en carrera. El problema con las gomas no es del MP4/28, sino del propio Hamilton. El campeón del 2008 es muy rápido, un gran adelantador, pero su mayor defecto es que le cuesta adaptar su estilo de pilotaje a los diferentes tipos de ruedas, sobre todo, cuando tiene que ser mucho más suave. Esa es la razón por la que no ha ganado ninguna de las dos carreras, aún saliendo desde la pole. Y este fin de semana lo tendrá más difícil con una penalización de cinco puesto en la parrilla por la sustitución de la caja de cambios.

El traspiés de Hamilton otorga una opción de que Schumi arranque desde la primera posición, y sobre todo, más posibilidades a los Red Bull en carrera. Como estaba previsto, Sebastian Vettel probó en los libres con una configuración de los escapes anterior a la última evolución que su equipo utiliza desde los últimos test de Barcelona. Su compañero Mark Webber siguió con la configuración de las dos primeras carreras. "Estoy un poco más cómodo con el coche”, dijo el alemán tras bajarse del RB8, con el tercer puesto, y a tan solo una décima y pico de Schumacher. "Pero ahora tenemos muchos datos que analizar esta noche obtenidos de los dos coches, y elegir la mejor opción para el resto del fin de semana", dice el campeón de los dos últimos años que calificó a su actual RB8 como un coche “inestable, demasiado nervioso, sin mucho equilibrio, y difícil de conducir".

Vettel sabe que los Mercedes no serán obstáculo en carrera ¿el circuito es muy ancho para adelantar y con una zona amplia de utilización de DRS-- y que el Red Bull ya demostró en Australia y Malasia un ritmo de carrera próximo a los McLaren. Así que puede, que esta vez, con Hamilton retrasado cinco puestos en la parrilla, tenga una oportunidad de pelear con el otro McLaren, el de Jenson Button por el triunfo. Para eso tendrá que encontrar unos buenos reglajes, y, sobre todo, más serenidad, lejos de los modales barriobajeros de las dos primeras carreras en las que, de momento, da la razón a quienes piensan que con un coche normal, es un piloto normal.

Casi todo el mundo el paddock de Shanghái opina que el título es cosa de McLaren y Red Bull. Claro que el líder del Mundial es Fernando Alonso con un Ferrari que demuestra sus carencias. "Nuestra expectativa aquí en China de calificación es entre el séptimo y el duodécimo puesto", explicó Pat Fry, para quien las pruebas con cinco modificiaciones aerodinámicas en el coche durante las pruebas del viernes "han sido positivas, aunque no se notarán mucho aquí, porque este es un circuito que es más desfavorable para nuestro coche que Malasia". Fernando Alonso concluyó décimo la segunda manga, mientras que Felipe Massa fue decimoséptimo.