La última semana de los Mundiales de Kazán se anticipa como una larga travesía del desierto para la delegación española. Solo el waterpolo femenino, de la mano de las indesmayables guerreras de Miki Oca,está en condiciones de dar una alegría si mañana (16.30 horas) es capaz de superar el duro escollo de los cuartos de final ante Estados Unidos, actuales campeonas olímpicas. La natación en piscina de 50 metros, que comienza hoy, acusará la ausencia de Mireia Belmonte, lesionada en los dos hombros, y los propios técnicos federativos solo esperan tres o cuatro puestos de finalista, pero a nadie en el podio.

Y ayer se despidió la selección de sincronizada con un quinto puesto en combinado libre, la sexta vez en que repetía esa posición en Kazán en ocho pruebas disputadas. Solo Ona Carbonell, plata en solo técnico y bronce en solo libre, mantuvo el nivel de hace dos años en Barcelona, cuando la sincro española se colgó siete medallas. De siete a dos, y del segundo o tercer puesto en el rango mundial, al quinto: ese es el balance, que ha disparado las alarmas a un año de los Juegos Olímpicos de Río.

"Es una situación muy dura porque hacía mucho tiempo que no vivíamos esto", reconoció la líder del equipo, Ona Carbonell, que se comprometió a regresar en Río de Janeiro a las pruebas de equipo, puesto que en Kazán se ha centrado en el dúo y el solo (modalidad esta última que ni siquiera es olímpica). "Es muy difícil afrontar una situación así, después de 12 años sin bajarnos del podio. Es el momento de hacer una gran autocrítica, pero creo que vamos a salir reforzadas en todo ese proceso", añadió Carbonell.

FRACASO EN LA SINCRO

La final de ayer de combo siguió las pautas de los últimos días. España había sido quinta en la preliminar, y acabó quinta, mejorando menos que los otros equipos la nota conseguida en la calificación. España pasó de 91,9000 a 92,3667 puntos, mientras que Ucrania se escapó a 93,4000, Japón arañó el bronce con 93,8000, China se hizo con la plata con 96,2000 y Rusia mantuvo el oro con 98,3000.

Desde que España empezó a sumar podios en Barcelona en 2003, había conseguido como mínimo cuatro medallas en todos los Mundiales, y también había subido al podio en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012. La racha olímpica peligra en Río. La seleccionadora despedida por la federación después de Londres, Anna Tarrés, ahora asesora del equipo francés, aseguró ayer en una entrevista a la agencia EFE: "Solo se puede mejorar desde la autocrítica. La llave del éxito es el trabajo bien hecho", señaló.

Como la sincronizada, ayer también acabó el programa de aguas abiertas, con una meritoria sexta plaza de la cartagenera Margarita Domínguez en la maratoniana prueba de 25 kilómetros. Domínguez mejoró en su sexto Mundial el octavo puesto de Shanghái 2011 y el séptimo de Barcelona 2013.

En natación clásica, España debuta hoy con Melani Costa (400 libre), Rafa Muñoz (50 mariposa) y Judith Ignacio (100 mariposa). Pero la semana será larga, con el agua al cuello. Costa se presenta con la 15ª marca mundial. Solo Muñoz (6ª), Miguel Ortiz (7ª en 50 espalda) y Jessica Vall (10ª en 200 braza) acreditan una posición entre los 10 mejores del mundo este año.