Alba Puigdefábregas pertenece a una saga de esquiadores de la que es la benjamina. Su padre Hugo y su hermano Marcos son esquiadores de fondo junto a su tío Eloy. Y Sara, su madre, junto a Luis, su otro tío, son profesores de esquí alpino. La deportista de 18 años empezó a practicar esquí de fondo hace seis. Aún recuerda su primera competición. Fue en el Hospital de Benasque. «Hasta entonces había compatibilizado el esquí alpino y el de fondo con el biathlón con láser. Recuerdo que fue un Campeonato de Aragón donde fui la tercera. Eso me sirvió para entrar en el Centro Especializado de Tecnificación de Deportes de Invierno (CETDI)», reconoce la jacetana.

Ahora es una de las mejores especialistas de esquí de fondo en España. Está muy mentalizada y tiene claro por donde pasa su futuro. «Tengo muchas ganas de llegar a disputar los Juegos. Espero que los del 2022 sean los Juegos de los hermanos Puigdefábregas. Aunque tienen que pasar muchas cosas», explica Alba Puigdefábregas.

Tras seis años en el CETDI, la deportista del Candanchú Esquí Club se quiere volcar más la temporada que viene con el esquí de fondo. «Lo más probable es que el año que viene me vaya a vivir a Lillehammer con mi hermano Marcos. Allí me centraré más en entrenar», explica. Marcos ya lleva dos años en Noruega. «Se fue para entrenar y allí también estudia y trabaja. Admiro de él que nunca se rinde. Este año le ha ido bastante mal y está triste. Pero es un ejemplo a seguir», reconoce su hermana.

En estos seis años en el CETDI Alba Puigdefábregas ha llevado una progresión ascendente. Ha ganado todos los Campeonatos de España de su categoría, ha disputado carreras FIS y el año pasado disputó los Juegos Olímpicos de la Juventud en Noruega. «Hice un esprint en estilo clásico, 5 kilómetros de patinador y la prueba de esquí-cross», explica.

La semana pasada disputó el Festival Olímpico de la Juventud Europea (FOJE) en la estación turca de Erzurum. «En mi debut no quedé muy contenta. Fui la 31ª de los 5 kilómetros en estilo clásico. Después terminé la 22ª, por la mitad de los participantes, de los 7.500 metros de estilo patinador. Al final acabé muy contenta alcanzando los cuartos de final de esprint». Fue el único competidor de la selección española en esquí de fondo. En alpino corrieron María Relat y Diego Viladoms.

Puigdefábregas se quedó agradablemente sorprendida de la calidad de las instalaciones de la estación turca. «No esperaba que estuviera tan bien. El paisaje era impresionante. Era como un desierto de dunas nevado. Estábamos a 22 grados bajo cero», afirma la altoaragonesa.

Una de los motivos de que Alba emigre a Noruega es que las expectativas son pesimistas en Aragón. «El CETDI no tiene nada que ver de cuando comencé a como está ahora. Antes tenía más medios y más corredores. Estaban como entrenadores Luis Poch y Juan Marcén. La cosa ha ido a peor. Estamos solos y por detrás no viene nadie».

Martí Vigo

Puigdefábregas coincidió en el CETDI con el benasquino Martí Vigo, una de las grandes figuras del fondo nacional del futuro. «Ahora está en el equipo nacional y seguro que será olímpico. Me encantan las ganas que tiene de entrenar. Es pura energía». En chicas hay pocas especialistas en la élite nacional. «El tema lo veo muy mal. Que haya gente que se entrene todos los días solo hay tres. Son la catalana Paula Martín y la aragonesa Beatriz Labanda y de mi edad, Lidia Igelesias. No hay esquiadoras que se metan caña. La gente no se apunta porque no ve futuro. Falta cultura deportiva y en el instituto donde estudio mis compañeros no tienen claro si hago esquí alpino, de montaña o fondo», explica.

Es una esquiadora de gran resistencia y compatibiliza el esquí con el atletismo en el Oroel El Cisne. Estudia segundo de bachillerato en el instituto Domingo Miral de Jaca en horario nocturno. La mañana la dedica a entrenar. «El segundo trimestre voy peor porque tengo muchas competiciones. Pero acabo aprobando», concluye.