Dos chavales aficionados al tenis salieron un lunes por la noche cualquiera a pelotear un rato en las canchas de San Francisco. Lo que nunca llegaron a imaginar es contra quién iban a jugar.

Serena Williams, número uno del mundo y campeona del últimoAbierto de Australia, paseaba por el vecindario con su prometido y su mascota cuando vio el juego. La campeona comenzó a grabar un vídeo para su red social 'Snapchat' y se preguntaba si la dejarían jugar un poco.

Tras unos primeros instantes de indecisión finalmente la pequeña de las Williams se acercó a los chicos, que sorprendidos la reconocieron al instante.

Serena no llevaba calzado deportivo, pero poco importó. El vídeo se detiene cuando comienzan a jugar, pero gracias a las redes sociales sabemos que el episodio ocurrió de verdad. Una noche que ninguno de los dos chicos olvidará nunca. Menuda 'masterclass'.