"Casi muero tras dar a luz a mi hija Olympia". Así empieza la carta que Serena Williams ha escrito para la CNN. En ella, la tenista, que el 1 de setiembre de 2017 fue madre por primera vez, explica las complicaciones de un parto que pudo acabar con su vida.

"Todo comenzó con una embolia pulmonar, que es una afección en la cual una o más arterias de los pulmones se bloquean por un coágulo de sangre. Debido a mi historial médico con este problema, viví con miedo esta situación. Entonces, cuando me quedé sin aliento, no esperé un segundo para alertar a las enfermeras", explica la pequeña de las hermanas Williams.

DETALLES ÍNTIMOS

Su embarazo fue fácil y lo fuimos conociendo a través de sus redes sociales. Nunca tuvo problemas en desvelar cómo avanzaba el embrión. Tampoco en explicar detalles íntimos del parto. De hecho, en diciembre contó que existieron "muchas complicaciones" tras el nacimiento de Alexis Olympia Ohanian Jr. Pero nunca había profundizado en el asunto. Hasta ahora.

La tenista norteamericana, que ya se encuentra totalmente recuperada y ha vuelto a las pistas, ha aprovechado la carta a la CNN para explicar cómo sucedió todo. "Tras un embarazo fácil mi hija nació por cesárea de emergencia, al bajar drásticamente su ritmo cardíaco durante las contracciones. La intervención fue bien. Tener a Olympia entre mis brazos fue la experiencia más increíble que ha sentido en mi vida. Pero lo que sucedió pasadas 24 horas del parto fueron seis días de incertidumbre", escribe la deportista.

SANGRE COAGULADA

Y añade: "La herida de mi cesárea se abrió debido a la tos intensa que sufrí como resultado de la embolia. Volví a la cirugía, donde los médicos encontraron un gran hematoma, un hinchazón de sangre coagulada, en mi abdomen. Luego volví al quirófano para un procedimiento que evita que los coágulos viajen a mis pulmones".

Por suerte, y gracias a la labor del equipo de profesionales del Centro Médico St. Mary's de Palm Beach, Florida, todo quedo en un susto y Serena pudo volver a su casa junto a su hija. Por eso, la ex número 1 del ránking WTA ha querido aprovechar la ocasión para "agradecer a los servicios médicos y auxiliares de enfermería su trabajo". "Sabían exactamente qué hacer ante cada situación. Si no fuera por su cuidado profesional, hoy no estaría aquí", concluye la de Michigan.