Sin demasiado ruido, con la discreción con la que suele mostrarse siempre en público, Serge Ibaka (Brazzaville, República del Congo, 1989) ha conseguido hacerse un hueco en la selección española en el Eurobásquet de Lituania, en su primera aparición después de obtener su nacionalización el pasado julio.

A pesar de vivir a la sombra de los hermanos Gasol, que se han convertido en la referencia del equipo, Ibaka es el quinto jugador más utilizado por Sergio Scariolo (17 minutos de media), y el quinto anotador y el tercer mejor reboteador del equipo (6,8 puntos y 4,4 rebotes de media). Protagonista de una carrera meteórica que lo ha llevado en cinco años de jugar en la calle a la titularidad de los Oklahoma Thunder de la NBA, Ibaka da la impresión de que su techo aún está muy lejos.

--La selección ya está en cuartos de final. A dos pasos de la clasificación olímpica.

--Estamos muy contentos. Ahora solo nos queda seguir y estar centrados en cada partido. Lo que llega ahora es un momento importante y ahora tenemos que estar muy concentrados y hacer las cosas muy bien para ganar. Pero estamos en el buen camino y lo vamos a conseguir.

--Ha habido muchos comentarios sobre el partido con Francia, sobre si el equipo galo fue a buscar el triunfo o si para ustedes era mejor pasar a cuartos de final como segundos del grupo para evitar una hipotética semifinal ante Lituania.

--La actitud de Francia no es nuestro problema. Cuando salimos a la cancha, salimos a jugar duro y a ganar. Y el rival nos da igual. Vamos a estar preparados para luchar contra quien sea.

--Para la mayoría de los rivales, ustedes son los grandes favoritos.

--Pondré un ejemplo que puede servirnos. Nadal es el mejor del mundo pero siempre trabaja para mejorar algunas cosas. Seguro que la gente piensa que somos imbatibles. Pero no es verdad ¿Somos un buen equipo? Sí, ¿Tenemos buenos jugadores? Sí, pero también hay algunas cosas para mejorar y podemos tener algún partido que no estemos del todo bien como ha pasado en el torneo.

--El próximo domingo es una cita muy especial para usted.

--Sí, mi cumpleaños es exactamente el día de la final. Ganar el oro el día de mi cumpleaños sería el mejor regalo que podía tener. Parece cosa del destino, ¿no?

--¿Cómo valora su primera experiencia con la selección?

--Me siento muy feliz desde que mi nombre apareció en la lista de convocados. El año pasado los estuve siguiendo en el Mundial y sentí envidia. Ahora estoy con ellos y estoy disfrutando del momento. Me estoy sintiendo muy cómodo, fuera y dentro de la cancha. E intento ayudar al equipo en lo que puedo. Acabo de llegar y poco a poco debo adaptarme.

--¿Supongo que es complicado tener protagonismo cuando delante están Pau y Marc Gasol?

--No es fácil entrar y coger minutos, desde luego, porque tanto Pau como Marc y Felipe (Reyes) están jugando a un gran nivel. Llevan mucho tiempo en esta selección. Se saben de memoria cómo juega. Tienen mucha confianza. Para mí, la realidad es esa. Pero no supone ningún problema. Al contrario. Me encuentro muy bien en mi papel. Por otra parte, también es muy difícil que los 12 jugadores puedan tener los mismos minutos y aporten lo mismo.

--Pau elogiaba hace poco su incorporación a la selección y desvelaba que usted le pide algún consejo que otro estos días.

--Así es. Hablamos a menudo. No solo de baloncesto, también de otros aspectos de la vida. Y lógicamente, de vez en cuando, le pido algún consejo. Es normal que así sea. Lleva mucho más tiempo en esto. Cuenta con nueve años de experiencia más que yo, que casi acabo de empezar. Lo lógico es que los veteranos ayuden a los que vienen por detrás.

--¿Lo considera una referencia?

--Yo intento aprender de toda la gente que me rodea, pero Pau Gasol es un ejemplo para mí de cómo hay que actuar para llegar a la élite. Cada vez que voy al gimnasio para entrenarme me lo encuentro allí preparándose. A veces me preguntaba ¿cómo ha llegado hasta ahí arriba? Ahora lo entiendo. Y eso es una demostración de que el trabajo es el único camino que existe para triunfar.

--Su carrera marcha a pasos agigantados. Con 17 años estaba en L'Hospitalet, pasó un año por la ACB en Manresa y ahora es titular de un equipo de la NBA.

--La verdad es que sí. Tengo la impresión de que todo ha ido muy rápido, pero también es verdad que he trabajado mucho y que me ha dado resultado.