El Real Madrid puso fin a su bache de resultados, con un triunfo balsámico gracias a los goles de Sergio Ramos que le otorgan el campeonato de invierno, pero que no despejan las dudas tras resucitar al Málaga en momentos de desconexión (2-1).

Zidane sentó a Danilo. La salida con tensión que pedía Zidane no dejó réditos. El Málaga se mantuvo en pie y acabó generando dudas a un Madrid inestable. La falta de contundencia de la zaga madridista permite a sus rivales sentir que pueden sacar algo.

El Málaga pudo adelantarse con dos córners de Juanpi. El segundo lo remató Camacho y acarició la escuadra. Precedió a la aparición de Ramos cuando su equipo más lo necesitaba. Otro córner de Kroos, otro testarazo de Ramos para despejar dudas.

Seis minutos después repetían los mismos protagonistas. Una falta lateral la ponía Kroos y Ramos remataba a placer en boca de gol. Los goles aportaron calma momentánea y el Madrid pudo ampliar diferencia antes del descanso en una contra de Cristiano y Benzema.

El Málaga dudó de inicio entre arriesgar o protegerse. Buscó el lateral derecho donde defendía Lucas Vázquez y se metió de golpe en el partido. Un disparo de Juan Carlos rechazado por Keylor lo fusiló Juanpi y en pleno cabreo de la grada, el meta madridista salvó a su equipo ante el disparo cruzado del Chory.

El lío ya estaba montado. Otra acción de locura de Kameni resucitó al Madrid. La cesión al portero se le coló entre las piernas y a la carrera se lanzó para evitar el tanto con el pie de Cristiano. La ansiedad del portugués crece por la falta de goles en juego. El Madrid tenía en su mano la sentencia pero Cristiano se topaba con el poste y con Kameni en otra ocasión de las que no suele perdonar. La incertidumbre marcó los últimos minutos de un líder que se reencuentra con la victorias pero no con el fútbol.