El Real Zaragoza comunicó ayer a Sergio Gil que ha decidido activar el contrato firmado entre ambas partes en el año 2013 para que siga jugando las tres próximas temporadas en el primer equipo, mientras que el centrocampista, pese a estar dispuesto a continuar en la disciplina zaragocista, se niega a firmarlo por no aceptar las condiciones que figuran en el mismo para quedarse en el club aragonés. Gil acaba su compromiso con el Deportivo Aragón el próximo 30 de junio y sus agentes consideran que para que pueda activarse debe hacerse de mutuo acuerdo. "Como así consta en la segunda cláusula del contrato de intenciones firmado entre ambas partes. Tiene que haber un mutuo acuerdo", aseguraba José Minguella júnior, agente del futbolista. En cambio, el club niega que eso sea así.

Tras la reunión mantenida ayer por Luis Carlos Cuartero y Narcís Juliá, director general y director deportivo del Zaragoza, respectivamente, con Minguella, el club aragonés emitió el siguiente comunicado: "El Real Zaragoza ha procedido a comunicar, en tiempo y forma, al futbolista Sergio Gil Latorre la ampliación automática de su contrato como deportista profesional en el primer equipo, al cumplirse los requisitos para dicha prórroga que ambas partes aceptaron y suscribieron en el contrato que les vincula jurídicamente". Y seguidamente añadía: "Informado de esta decisión, el futbolista ha manifestado al club su decisión de no suscribir la citada ampliación del contrato".

DISPARIDAD DE CRITERIOS Por ese motivo, "el Real Zaragoza, en uso de las facultades que dicho contrato confiere, ha tramitado la documentación correspondiente ante la Liga Nacional de Fútbol Profesional. El club considera al jugador Sergio Gil Latorre a todos los efectos componente de la primera plantilla del equipo profesional para las próximas tres temporadas deportivas". Un criterio que no comparten ni el jugador ni tampoco su representante. "Nosotros consideramos que Sergio Gil será un jugador libre a partir del próximo 30 de junio si antes no hemos logrado llegar a un acuerdo entre las dos partes", explicaba José Minguella júnior.

El principal problema para que ambas partes puedan alcanzar un acuerdo reside en que el Real Zaragoza se aferra al cumplimiento estricto de los puntos que existen en el contrato y la parte del futbolista considera que antes de activarlo deben ponerse de acuerdo en los mismos. Esta última discrepa principalmente en la cláusula de rescisión que tendría el jugador, 15 millones de euros, y el salario que percibiría el joven futbolista, unos 65.000 euros.

"Pensamos que una cosa debería estar en sintonía con la otra. Sergio Gil quiere quedarse en el Real Zaragoza y está dispuesto a hacer todo lo posible para hacerlo, pero el club no parece dispuesto a moverse. La cláusula de rescisión es abusiva. En otros casos sabemos que la ficha del jugador se ha puesto en consonancia con la cláusula", afirmaba Minguella júnior.

De momento, ambas partes no han quedado en hablar de nuevo para tratar de buscar alguna solución. "Ellos están enrocados y no sabemos lo que querrán hacer. Es una situación bastante violenta", explicaba el representante de Sergio Gil. El joven centrocampista ha empezado a entrar este curso en los planes del primer equipo, pero no ha logrado hacerse con un hueco en el once titular. Gil tiene ofertas de otros equipos, pero José Minguella júnior insiste en que "su intención es seguir en el Zaragoza, pero en las debidas condiciones. Nosotros seguimos pensando que si no se llega a un acuerdo, el jugador quedará libre", dijo Minguella júnior. Y el club que tiene contrato para tres temporadas más.