Ni los más viejos seguidores del Sevilla recuerdan la eliminatoria de 1958 cuando el Madrid, el que caminaba por el continente coleccionando Copas, eliminó al conjunto andaluz en cuartos de final de la Copa de Europa. Por esto, el encuentro de esta noche ante el Bayern (20.45, BeIn Sports) es una cita con la historia. Y lo es con todo en contra, frente a uno de los grandes de Europa, en lo que será la séptima vez consecutiva en la que los alemanes acceden a esta fase de la Champions.

El Sevilla está dispuesto a jugar el papel de actor de reparto frente a un Bayern que llega al Sánchez Pizjuán como la gran estrella, con todo a favor y con Jupp Heynckes, su veterano técnico de 72 años, dispuesto a poner los cimientos camino de la que sería su tercera Champions. «Hemos jugado por toda Europa y nada nos hace temblar», afirmó el técnico alemán, ayer en Sevilla. Su equipo llega al Pizjuán con la Bundesliga en el bolsillo y después de arrollar al Dortmund por 6-0, pero también conocedor de que debe superar la denominada maldición española, puesto que estos últimos años ha sido eliminado de la competición por el Madrid, el Atlético y el Barça.

«Aprovecharemos hasta el final las pocas posibilidades que tenemos y lucharemos hasta la muerte», afirmó Vincenzo Montella, el técnico del Sevilla, que sabe que la grada vivirá una fiesta entregado a su equipo para tratar de que pueda encarrilar la eliminatoria antes de viajar a Múnich. «Vamos a jugar con nuestras armas y a explotar nuestras virtudes y si así es suficiente estaremos en semifinales», prometió Pablo Sarabia. El Sevilla no podrá contar con Éver Banega, organizador del equipo, pues debe cumplir un partido de sanción. La irregularidad es el gran problema hispalense.