Lo más complicado siempre es alcanzar la regularidad y hacerlo, además, a un nivel cercano al más alto que se puede obtener. Es lo que está consiguiendo Marcus Landry, el más constante en esta temporada del CAI Zaragoza. Es el que más juega y, aunque no es el que más anota ni el mejor valorado, sí es de los que más aporta y sus números mantienen una línea con pocos altibajos, predominando las dobles figuras. En las victorias y en las derrotas, Landry siempre está ahí.

El partido del domingo frente al Bilbao fue una muestra más. Sin hacer mucho ruido, volvió a ser el jugador con más minutos sobre la pista y a demostrar que puede hacer lo que necesite el equipo. Jugar 31 minutos, asumiendo más protagonismo ante un día menos acertado de Jelovac, defender a Mumbrú, anotar 15 puntos pese a errar los tres triples que intentó, capturar cinco rebotes, dejar la segunda jugada más espectacular de la jornada --a juicio de la ACB-- con un mate a aro pasado. Y ganarse la ovación final de la grada con dos acciones que definen a un jugador comprometido. En el último ataque del CAI, voló para coger el rebote y machacar un triple que no entraba de Lisch y, en la última defensa, ya sin nada en juego, volver a levantarse para evitar un último lanzamiento del rival.

FIABILIDAD

En cuanto ha cogido el ritmo de la temporada y del equipo se ha convertido en un jugador fiable y de la total confianza del técnico. Los 26 minutos de media de que dispone --la más alta del equipo-- muestran la seguridad que le ofrece a Joaquín Ruiz tenerle en la pista. Y se ha ganado ese tiempo en el puesto en el que hay una mayor competencia dentro del equipo, porque los dos jugadores más destacados están siendo este curso los dos cuatros, Landry y Jelovac. El serbio suma más en menos tiempo gracias a su talento natural para la producción ofensiva pero Landry tiene a su favor la constancia y una mayor capacidad de sacrificio.

El norteamericano suma en trabajo, en esfuerzo, en todo lo que no puede cuantificarse. Y los números también le acreditan. En los últimos diez partidos solo se ha quedado en uno por debajo de los diez puntos y está promediando 12 puntos por jornada, con un 58% de acierto en tiros de dos --que solo iguala Pere Tomás aunque lanzando una cuarta parte-- y un 38% en tiros de tres, solo mejorado por Jelovac (39%) y por Sastre, con un 48% pero con la mitad de intentos por jornada. En tiros libres acredita un 80% de acierto. Es el segundo en rebotes con 4, por detrás de Jelovac (5,7) y el mejor asistente después de los bases con 1,4 de media. Solo hay dos jugadores que superan los 10 puntos de valoración media y son los dos cuatros del equipo, Jelovac con un rotundo 16 y Landry con 12,4. El serbio es brillante pero también más intermitente. Landry siempre está.