—¿Ha rendido hasta ahora el equipo como esperaba?

—En casa estamos un poco más fuertes y se nos están dando mejor las cosas, pero nosotros esperamos mejorar todavía más tanto de local como de visitantes. Todos los puntos que quedan por jugar son importantes para el objetivo que estamos buscando. El punto positivo es que este equipo todavía tiene mucho para mejorar y está en nosotros trabajar para conseguirlo.

—¿Por qué ese cambio tan grande en el rendimiento del equipo de los partidos de casa a los que juegan fuera?

—Tampoco sabría decir por qué está sucediendo eso, pero en esta categoría, no solo nosotros, todos los equipos se hacen muy fuertes en casa y por eso se hace muy difícil conseguir puntos fuera. A nosotros nos está costando en este arranque de temporada, pero lo importante es que cuando el equipo entre en la cancha, más allá del resultado, aunque siempre vamos a buscar conseguir puntos, sea fuerte, que no se creen dudas, y que compita. Hay que mantener la calma y ser conscientes de lo que nos jugamos en cada partido de visitantes y saber que se puede sumar.

—Luis Milla ha dicho desde la pretemporada que había que intentar jugar igual en casa que fuera, pero, como han podido comprobar hasta ahora, eso parece bastante complicado.

—Y complicado nos lo han puesto a nosotros los rivales. Esa es la idea y el entrenador hace un trabajo durante la semana pensando en el rival que nos vamos a enfrentar, pero luego no te dejan hacer el juego que habías preparado y debes afrontarlo de otra manera. Hasta ahora fuera no se nos están dando las cosas como se preparan durante la semana y eso sí debemos de revertirlo.

—Milla dijo tras el partido contra el Numancia que había visto al vestuario abatido en el descanso después de encajar el 1-1 al final del primer periodo. ¿Cómo valora eso?

—No he visto las declaraciones del míster, pero él también tiene su carácter y su temperamento, porque siempre quiere ganar y nos lo demuestra a nosotros por su forma de ser. Cada uno se hace cargo de las cosas que dice, pero, al igual que el míster, tanto cada uno de nosotros como el equipo, tenemos nuestro carácter y queremos ganar. Lo que haya dicho seguro que será desde una crítica constructiva y para mejorar tanto él como nosotros como equipo. Todos queremos ganar y sacar la mayor cantidad posible de puntos.

—Pero sería un síntoma preocupante que el equipo se viniera abajo tras encajar un gol y no hubiera luego poder de reacción.

—Si dijo eso es porque en ese momento lo sintió así, pero encajar ese gol poco antes del descanso te puede dejar tocado, lo que puede ser normal, pero luego lo tienes que seguir intentando y tratar de buscar la victoria. La mentalidad de todos nosotros es la de sumar los tres puntos y si no se puede sacar por los menos un puntito fuera.

—De puertas hacia fuera parece que Luis Milla es un entrenador con poco carácter. ¿Pero es así en realidad en el vestuario?

—Da la impresión y es una persona tranquila, muy correcta, pero a nosotros nos demuestra día a día que es un entrenador que siempre quiere ganar y mejorar. En definitiva, hacernos mejorar a nosotros como jugadores y también el mismo como entrenador. Es una persona muy positiva y con un carácter ganador. Eso lo vemos en el día a día.

—¿Están notando la presión por la necesidad de estar arriba desde el principio de Liga?

-—Nosotros tenemos presión, pero debemos de tratar que no nos afecte a la hora de afrontar los partidos. Cada uno debe ser consciente del equipo donde está y lo que nos estamos jugando. Más presión que esa no nos podemos meter, eso lo tengo muy claro. Hay que ir partido a partido, teniendo en cuenta que esto es muy difícil y que es muy temprano, pero sabiendo lo que se juega este club para tratar de ponerlo en Primera División, que es donde tiene que estar.

—Hasta ahora han encajado muchos goles fuera de casa y muchos de ellos por errores individuales. ¿Tiene esa sensación?

—Puede ser, pero cuando estás en un partido un desajuste de uno puede provocar el desajuste de toda la defensa. Eso es algo que debe mirar el entrenador y trabajarlo. No hay que señalar a nadie y si hay algún error hay que tratar de corregirlo para que no se vuelva a repetir. En esta categoría te penalizan mucho los errores que puedas cometer y ahora mismo estamos pagando caro cualquier desajuste o que alguno no esté bien concentrado. Tenemos mucho para mejorar y ese es uno de los puntos en el que debemos hacerlo. Hay que pensar en hacer las cosas bien.

—Xabi Irureta ha reconocido que no había tenido un buen comienzo de temporada. ¿Lo han visto en algún momento nervioso?

—Yo no lo he visto afectado por algún error puntual que haya podido tener y ese es un punto muy positivo, porque es una persona que es fuerte mentalmente, de cabeza, y que ha seguido trabajando como siempre pese a los errores que haya podido tener. Es fuerte de cabeza y trata de mejorar siempre. Esa es la mentalidad que debemos tener todos cuando se comete algún error y no agachar la cabeza y ser profesionales. Irureta ha reconocido que no había tenido el arranque de temporada que hubiera querido, pero ahora lo estamos viendo muy bien.

—Y usted viene siendo titular fijo desde el principio. ¿Está conforme con su rendimiento?

—Creo que todavía puedo dar mucho más y que tanto yo como el resto de mis compañeros tenemos margen de mejora. Ahora depende de nosotros que podamos conseguirlo y tratar de hacer las cosas cada vez mejor. Yo soy consciente de ello y tengo que tratar de preocuparme de entrenarme cada día fuerte y matarme en cada entrenamiento para poder darlo todo en los partidos. Yo espero todavía mucho más de mí. Siempre hay cosas para mejorar.

—En siete partidos de Liga ha sido amonestado en cuatro ocasiones. ¿Le preocupa el tema de las tarjetas?

—La que me sacaron ante el Numancia ni la entiendo ni la entenderé, porque fue un choque de cabeza con un contrario y luego el árbitro puso en el acta que fue por protestar. No hubo nada de eso. Tal vez fue porque el árbitro pensó que le iba a protestar y por las dudas decidió sacarme la tarjeta, pero yo estaba en el suelo y en ningún momento le dije nada. No me preocupa, porque las amarillas que he tenido no han sido por protestar sino por tratar de ser intenso y hacer un marcaje fuerte. Mientras menos tarjetas me saquen mejor porque no tendré que cumplir sanciones, pero las que me han mostrado hasta ahora no me preocupan.

—¿Y entrar menos fuerte?

—Yo no voy a cambiar mi forma de jugar, porque cuando estoy en el campo trato de entrar correctamente y no tengo mentalidad de lesionar a un compañero, pero voy fuerte. Los árbitros lo ven de su manera y no queda otra que aceptarlo.

—¿Contento con la pareja que viene formando con Leandro Cabrera?

—Ya he dicho que me siento muy bien jugando con Cabrera. Es un gran central y un jugador importante para nosotros. Pero estamos en un equipo en el que no podemos confiarnos por haber arrancado la temporada de titulares. Tenemos compañeros que están esperando su oportunidad, que son buenos centrales y que tratarán de aprovecharla cuando les llegue.

—Usted conoce bien la Segunda División. ¿Hay algo que le haya sorprendido en este arranque de temporada?

—No me ha sorprendido nada, porque en esta categoría el que sea un club poderoso económicamente o que tenga muchos nombres en una plantilla no te vale de nada. En Segunda Divisón prima mucho el trabajo y el sacrificio a la hora de poder sacar los partidos adelante. Es una categoría que tiene mucha dificultad y aquí no te vale de nada jugar con un once de mucho nombre o que un club haga grandes contrataciones. Dentro de la cancha es donde se ve lo difícil que es esta categoría. Ahora puedes estar arriba y luego venirte abajo en la clasificación. Es muy temprano para todo.