"No queríamos poner en riesgo el patrimonio ni la viabilidad económica del club". Albert Soler, director de deportes profesionales del Barcelona, ha argumentado así el mercado de fichajes que ha realizado este verano. "Lo que ha sucedido en el mercado de este año nos lleva a un modelo totalmente diferente. Ahora, los clubs tradicionales no son los principales actores", ha argumentado el ejecutivo azulgrana. "Podríamos habernos presentado aquí con dos jugadores por 270 millones de euros, pero eso significaría que habríamos cruzado las líneas rojas con irresponsabilidad".

SIN DIRECTIVOS

No había ni un solo directivo en la sala de prensa del Camp Nou. Apenas 12 horas después de un frustrante mercado de fichajes donde el Barça no ha conseguido ni uno solo de sus objetivos prioritarios, comparecían Albert Soler y Robert Fernández, secretario técnico. En el estrado no estaba tampoco Pep Segura, el nuevo manáger general deportivo del club. Ni un solo directivo había en la sala. Tan solo Óscar Grau, el director general del club, acompañaba a Segura escuchando en directo las explicaciones de Soler y Robert.

Esos 270 millones, a los que se refería Soler, habrían sido para fichar a Coutinho (200) y a Di Maria (70 reclamó el París SG en el último día de mercado). "No cruzaremos líneas rojas que pongan en peligro la integridad de un club con más de 100 años de historia", ha dicho Soler, recordando que el club "no ha perdido estatus internacional porque ha demostrado que tiene criterio, sentido común y, sobre todo, responsabilidad. Eso no es perder, eso es ganar", ha añadido luego diciendo que habría sido motivo de "dimisión" haber invertido esa fortuna en los dos jugadores.

"Ahora los actores principales son los países, los fondos de inversión, los multimillonarios. Pero, sobre todo, los países que han cambiado las reglas del juego y, al mismo tiempo, las líneas de un mercado que ha perdido el norte", ha señalado Soler, asumiendo que ahora "los clubs tradicionales no lideramos ya este proceso". Por eso, el Barça no quiso pagar "los 200 millones que pedía el Liverpool", según ha recordado el ejecutivo azulgrana.

Y puso el ejemplo de que el Liverpool pidió "200 millones de euros" por Coutinho, una cifra inalcanzable para el Barcelona. "No entraremos en un mercado que ha perdido el norte. Hay líneas que el club no puede atravesar", ha dicho Soler, asumiendo que la salida de Neymar acabó condicionando todo. "Ellos sabían que el Barça tenía mucho dinero, se hacían peticiones desorbitadas, con situaciones inverosímiles.... Nuestra posición de salida cambia radicalmente el 1 de agosto".

En ese sentido, el Barcelona topó "con una situación deportiva no contemplada, no prevista", por lo que todo cambió. "Es falso, absolutamente falso que supiéramos meses antes de que Neymar se iba. El 19 de julio me mandaron un whatsapp con lo del Paris SG. Nosotros nos enteramos de que Neymar se va el día en que nos lo comunica. Ni el presidente ni yo recibimos ninguna información previa", ha dicho Soler.