No hay carrera popular en la capital aragonesa que no tenga su apartado solidario. Las hay contra el cáncer de mama, contra el humo, para las personas afectadas por el síndrome de down, por la enfermedad de la diabetes... El año pasado nació una nueva iniciativa de la Jefatura Superior de Policía. La causa para organizar una nueva popular era en favor de las mujeres que sufren maltrato. Se buscó un circuito y fue un gran éxito puesto que se apuntaron 800 personas en el Parque del Agua.

La iniciativa ha continuado con gran éxito. Ayer se disputó la segunda edición y se cambió el escenario. Era el Parque José Antonio Labordeta. La prueba ha crecido con 1.100 corredores en la prueba para mayores. La distancia era de cinco kilómetros por un circuito de asfalto totalmente llano con la pequeña joroba del ascenso al Batallador. Y la guinda era la carrera para los niños. Los 6 euros de la inscripción iban destinados a la asociación Somos +.

Jornada ideal

La mañana fue perfecta para correr. Tras una noche fría y ventosa amaneció con el viento calmado y una temperatura ideal para realizar un ejercicio de largo aliento. El parque se llenó de camisetas conmemorativas rojas, azules y rosas. La mayor parte eran corredoras, pero también se añadieron muchos hombres solidarios con la causa. A las diez y media de la mañana se dio el pistoletazo de salida. A esa hora el parque ya tenía vida propia con deportistas que practicaban bicicleta o iban con patines, personas con sus perros o los que simplemente paseaban por el pulmón de Zaragoza.

Casi todos eran corredores desconocidos. Pero también se apuntaron a la carrera atletas famosos. Fueron los casos de José Antonio Casajús, plusmarquista nacional de maratón en la categoría de M-50 o la marchadora María José Poves, olímpica en los Juegos de Pekín y de Río.

A Casajús le invitó un policía nacional de Morata de Jalón. «No conocía está carrera. Pero agradecí el detalle, más teniendo en cuenta el motivo por el que se organizaba», explicaba el atleta del Running Zaragoza. El fondista de Mallén tenía pensado fundirse con el pelotón. Pero al final se calentó. «Me apetecía correr y me junté con dos policías nacionales. Fuimos toda la prueba juntos y el último mil lo corrimos a un ritmo de 3.11», explicaba Casajús tras la prueba. Acordaron en carrera llegar cogidos de la mano. «Es lo más bonito en pruebas de este tipo. Así fuimos los 50 metros finales. Pero al final me soltaron de la mano, me dieron un empujón y entré primero en la línea de meta», decía sorprendido José Antonio Casajús.

Lo más importante fueron los atletas anónimos, que fueron animados por la megafonía por el popular Jesús Arroyo con su torrencial verborrea. «Hay que resaltar el ánimo de tantos que están regando con su sudor este magnífico emplazamiento», vibraba por el micrófono Arroyo. Nerea, Eva y Eugenia decidieron correr juntas en la matinal. «Me enteré de esta carrera por mis amigas. Es la segunda en la que participo. La primera fue la de Bomberos», explicaba satisfecha Nerea Rubio. El objetivo era «empezar y terminar juntas. Y hemos llegado las tres juntas. Y lo mejor es que después nos tomaremos un almuerzo en condiciones», explicaba con ironía.

Manuel Jiménez es funcionario y tiene 52 años. Decidió participar de esta manifestación solidaria y deportiva con sus hijas gemelas Ana y Alicia, que practican atletismo en el colegio Enrique de Osso. «Lo que más me gusta de la carrera es el sitio donde se corre y el motivo por el que se disputa. Ana se ha delantado y yo me he quedado con Alicia». El padre era el hombre más feliz del mundo. «Iba tranquilo con Alicia. He conseguido que no se parara en toda la carrera y hemos ido despacio, pero a trote», afirmaba Manuel.

Nieves tiene 47 años y trabaja en una empresa. Fue una jornada feliz. «Hemos corrido toda la familia y es la primera vez que disputo una popular. Desde mi marido, mis hijos y las primas. Éramos 13 personas. El ambiente es muy bueno, al ser participativa y no competitiva», decía la corredora popular.