Alberto Sábado está entre los mejores mediofondistas aragoneses del momento. El atleta del Stadium Casablanca ha ganado los Regionales desde los 800 metros hasta el cross. Es un todoterreno que va tan bien en la pista como en el cross y el asfalto. Incluso ganó el Mundial de Veteranos en los 1.500. Apenas conocía el mundo de las carreras por montaña. Hace tres años hizo una incursión en Os Foratos de Lomenás, que se disputa en Torla. No pudo ganar.

En su segunda intentona tuvo más suerte. Venció el domingo pasado en la XIII Carrera de Montaña Río Martín de Alcaine. En mujeres se impuso la soriana Yolanda Martín. Para Sábado fue un agradable descubrimiento. «Me encantó. Hay muy buen ambiente y el pueblo se vuelca. Nunca había corrido y lo conocía de hace 15 años cuando estuve en las fiestas. Han ganado históricos como los marroquís Aitadi, El Chaikoui, El Wardi, Agustín Moreno y Juan Carlos Apilluelo cuando la carrera tenía 40 kilómetros», explicaba satisfecho tras su triunfo el atleta del Casablanca.

Alcaine es un pueblo de media montaña con 60 habitantes situado en las Cuencas Mineras, al norte de Montalbán. «Es un paraíso muy verde, muy abrupto, con muchos desniveles brutales en la carrera. El techo es el Cabecico de los Guardias con 890 metros. El impulsor fue Carlos Serra y la primera edición fue un poco desastre porque solo la corrí yo», explica Jorge Sanz, el responsable actual de la carrera junto a Carlos Gorgas. El año siguiente corrieron El Wardi, Apilluelo y Barbed. «El segundo año le orientamos más un grupo de gente y la organizó durante cuatro ediciones. Se murió de repente y el alcalde nos dijo que la cogiéramos nosotros. Recortamos el recorrido a 12,200 kilómetros para meterla en el calendario regional tras la temporada de cross».

Desde entonces la prueba se ha movido entre los 150 y los 200 corredores. «Con la carrera intentamos fomentar el turismo rural, que la gente del pueblo sienta el orgullo por el acontecimiento. Además le da vida al albergue, al bar, a las casas», afirma Sanz.

Lo organiza el ayuntamiento y cuenta con 60 voluntarios. «Hemos montado un club, Alcaine Team, con gente del pueblo y este año hemos tenido 42 corredores del pueblo y se han enganchado bastante al atletismo». Se enorgullece de la bolsa del corredor. «No creo que haya ninguna tan potente en Aragón. Hay hasta regalos sorpresa, incluido un jamón», explica Sanz.

El recorrido se marca una semana antes. «El mismo día lo reviso el trazado entero para que esté todo en orden. Hay tramos del 30% de inclinación. La salida y la llegada es en la plaza del pueblo. Se hace un recorrido por el Pantano de Cueva Foradada. En el kilómetro cuarto se vuelve a pasar por el pueblo por una costera medieval. En el kilómetro 8 se asciende al Pico de Benicozar. Se baja bruscamente y el final es otra costera de 100 metros de desnivel». Sanz destaca el magnífico ambiente de la prueba. «Invitamos a la gente a que anime a todo el mundo, hay una orquesta y les decimos a los mejores que aplaudan hasta el último. Se hizo una cena las vísperas y en la entrega de trofeos se dan unas tapas», finaliza Sanz.