Casi todos los aficionados apostaban por el triunfo de José Antonio Casajús y de Luisa Larraga en la octava edición del Maratón Ciudad Zaragoza-Gran Premio Ibercaja. Pero al final todos los pronósticos se vinieron abajo en la prueba que terminaron 940 corredores. Ganaron dos desconocidos para el aficionado. Fueron el ultrafondista burgalés José Antonio Requejo y la veterana catalana Anna Riera. Casajús y Larraga fueron segundos.

El comienzo y el final de la carrera en la Plaza del Pilar fue un plus para el maratón. Todos ganaron con el cambio, desde el público hasta los propios corredores, que recobraron sus fuerzas cuando pasaron en los últimos kilómetros por el casco viejo zaragozano. La prueba organizada por el Running Zaragoza y patrocinada por Zaragoza Deporte, Ibercaja, la Diputación de Zaragoza, Mizuno y Mann Filter se acerca pasito a paso a las grandes clásicas que se celebran en Barcelona, Valencia, San Sebastián, Madrid y Sevilla.

Por si fuera poco, el tiempo acompañó a los atletas. La temperatura era de 17 grados cuando se dio el pistoletazo de salida a las ocho y media de la mañana. Y aunque hacía un ligero bochorno, no sopló el viento y la prueba se disputó en su totalidad con el cielo encapotado. Los participantes hablaron de la dureza del recorrido, que en su primera parte subía hasta el Parque Grande y la segunda parte regresaba a las orillas del Ebro.

Con poco que ganar, los marroquís no hicieron acto de presencia. Por eso no estuvo El Chaikoui, el ganador de las dos últimas ediciones de la prueba. Casajús pensaba que tenía el camino allanado para ganar su segundo Maratón de Zaragoza tras su triunfo del 2011. Pero al atleta del Running le salió un grano con José Antonio Requejo.

El burgalés fue un rival invencible para Casajús. Era un atleta de fuste que fue el año pasado tercero del Europeo de 100 kilómetros con 6.57 y que hace dos semanas había ganado el Maratón de Logroño. Desde el principio tiraron Pablo Arrúe y Toni Abadía. Con ellos se fueron Casajús, Requejo y Rodrigo Gallego. Se retiró en el kilómetro diez Arrúe y en el 14 se descolgó Requejo. "Pero no me fiaba de él aunque hiciera la goma y le llegáramos a aventajar en 200 metros", dijo en meta Casajús. El zaragozano tenía razón. Tras descolgarse Gallego, Abadía y Casajús pasaron el medio maratón en unos magníficos 1.12.16.

Fue en el momento en el que Abadía se retiró y dejó solo a Casajús cuando empezó a recortar metros Requejo. "Empecé sin soltura, pensaba que no era mi día. Pero me fui encontrando cada vez mejor. En el momento en el que pillé a Casajús en el kilómetro 28, lo dejé sin problemas y sabía que tenía la carrera en el bolsillo", dijo el ganador. Los diez kilómetros finales Casajús acabó como pudo. "Cuando no van las piernas, no van las piernas", afirmaba. Hizo 1.29.25, una buena marca para un atleta de 49 años. Entre los dos primeros y el tercero hubo un mundo que ocupó Iván Ramírez con 2.38.57.

MARÍA JOSÉ PUEYO

La favorita de la prueba femenina era María José Pueyo. La serrablesa hacía de liebre de los corredores que querían hacer 3.00. Pero la atleta del Bikila quiere estar en tantas batallas que no llega a todo y renunció al triunfo al preparar dentro de poco los maratones de Nueva York y San Sebastián. En el kilómetro 32 le dejó el globo a un ciclista y se fue a la ducha.

A Anna Riera, que fue siempre en segunda posición, el triunfo le cayó llovido del cielo. Esta atleta tan delgada como una atleta etíope se puso en cabeza a falta de diez kilómetros y logró su mejor triunfo. El caso de Larraga, que también hizo de liebre, fue distinto al de Pueyo. Larraga cumplió tanto su misión de tirar para los atletas de 3.15 que no pudo acercarse a Riera para llevarse un sencillo triunfo.

Riera ganó con 3.09.05, siendo segundas dos liebres, Luisa Larraga con 3.14.03 y su amiga Carmen Félix con 3.28.45. "Me ha sorprendido el triunfo. Soy de Villafranca del Marqués y mi mejor marca es de 3.01. Lo que más me ha gustado han sido los ánimos del público", decía Riera.