El mundo del fútbol se ve azotado de vez en cuando por terribles desgracias. Este viernes se cumplió el octavo aniversario de una de ellas: el suicidio del portero alemán Robert Enke, que jugó en el Barça durante la temporada 2002-03.

El recuerdo del meta germano sigue muy presente. Per Mertesacker, el que fuera su compañero, le quiso recordar con una emotiva carta escrita en el sitio web de la fundación del meta alemán.

En el texto rememora algunos de los momentos que pasaron juntos durante muchas concentraciones. "Cuando llegaba al hotel para un partido internacional tenía dos cosas que hacer: registrarme y llamar a Robert. '¿Ya estás aquí? Acabo de llegar. ¿Vienes a mi habitación?' Y unos minutos después, nos sentábamos juntos y hablábamos de todo lo que se nos venía a la mente", escribe en uno de los primeros párrafos de la carta.

"Me alentó, me dio su confianza"

Enke fue una persona importante en los inicios del actual central del Arsenal: "Robert entró en el vestuario del Hannover 96 en el verano de 2004 y me saludó: 'Ah, hola, tú eres Per'. Él venía de España, del Barcelona, y desde el principio me dio la sensación de que me apreciaba. Me alentó, hizo que me diera cuenta de mis cualidades. A veces un inseguro joven de 19 años no las ve. Me dio su confianza".

Mertesacker también reflexiona sobre la enfermedad que llevó a Enke al suicidio: "Hay que dejar claro que las personas afectadas por la depresión no son de ningún modo débiles. También puede golpear a los más fuertes como Robert porque, como el cáncer, es solo una enfermedad".

"Un golpe muy duro"

"La noticia de su muerte fue un golpe muy duro para mí. ¿Cómo era posible que estuviera tan enfermo para quitarse la vida? ¿Cómo no me di cuenta de lo que le pasaba? Y, por supuesto, la pregunta que más dolía: ¿Por qué nunca me había contado su depresión? Éramos amigos y, como se dice, los amigos se lo cuentan todo. Pero he aprendido que esta ocultación pertenece al cuadro clínico de la depresión", confiesa Mertesacker.