No hay mejor escenario para la escalada que los bellos Mallos de Riglos. Por eso Peña Guara escogió hace siete años una de las más importantes escuelas de la escalada en España para organizar en las paredes anaranjadas de estos monolitos el Rally Fixe Roca 12 Horas de Escalada. Este año se dieron cita 25 cordadas y el objetivo de las parejas era titánica: realizar el mayor número de vías de dificultad durante 12 horas trepando por las numerosas vías de La Visera, el Mallo Pisón, el Fire, el Puro y el Frechín. Espectáculo en estado puro.
Lorenzo Ortas, el vicepresidente de Peña Guara, volvió a ser una de las almas mater de la competición. "Es un gran espectáculo por el entorno, el ambiente y por los participantes. No hay nada igual o parecido en Europa como los Mallos de Riglos. Esta competición tiene su público y más que la competencia, lo que les gusta a la gente es el ambiente familiar que se crea", explica Ortas. El veterano himalayista explica que "los mallos son un gran escenario para el rally y están llenos de gente escalando. Los escaladores van con camisetas de diferentes colores. A lo largo de las 12 horas fue pasando público constantemente para ver a los escaladores. Además hacía muy buen tiempo", indica.
La prueba formaba parte del Nacional de Rallys de Escalada. Ya se celebró la prueba del Peñón de Ifach y tras Riglos se celebrarán competiciones en Terradets, Leiva y el Chorro en Málaga. Los organizadores propusieron una serie de vías de escalada. "Los deportistas hacen las vías que quieren, pero dentro de las que nosotros proponemos. Cada ruta tiene una puntuación por dificultad. Para empezar se hace un sorteo de orden de elección de vía y luego los participantes continuan por las que quieren, marcando su estrategia. El que más puntos acumula en doce horas es el que gana".
Los mejores
Vencieron los favoritos, el zaragozano Álvaro Lafuente y el catalán Jesús Ibarz. "Se impusieron el año pasado en Terradets y hace poco en un rally en Croacia. Son unos escaladores excepcionales. Son muy jóvenes, están en progresión y su calidad es extraordinaria. Era la cordada más potente, pero los segundos y terceros clasificados les fueron pisando los talones". Eran los ibicencos Félix Sánchez y Xisco Cifré y Jazua Janssen y Alejandro Pelegrino. En mujeres se apuntaron cinco cordadas. Se impusieron las vascas Idoia Rubial y Ana Ruiz a Ruth Craven y Diana Calabuig y a la pareja compuesta por Rosa Real y Judit Rayuela.
Las mejores cordadas se centraron en la pared de La Visera. "Son vías muy potentes y todas ellas están en un séptimo grado de dificultad hasta el quinto grado. Da la sensación que es fácil escalar por la facilidad con la que suben. Pero buscamos la seguridad. Están equipadas y huimos de vías de roca descompuesta y peligrosas". Lafuente e Ibarz comenzaron la competición en Naturaleza Salvaje, en La Visera. También completaron Zuzem, la Directa a la Visera, Super Crac, la Fiesta de los Bíceps y Todo Tiene Fin, esta última fuera de tiempo. Sumaron 116 puntos y 1.220 metros escalados.
En la organización había 30 personas. "Colocamos cuatro puntos de observación y uno de ellos estaba en el refugio como centro de operaciones. Hay un punto de observación y avituallamiento en La Visera, otro en Los Bolaos y en la era del Pisón. Allí se comprobaba con una pizarras como estaban los otros equipos", indica Ortas. El escalador más veterano fue el histórico Ignacio Cinto, que tiene 61 años recién cumplidos.
Las 25 cordadas comenzaron a la carrera desde el refugio de Riglos a las ocho de la mañana del sábado. "Cuando terminan la primera vía, pasan por el control de avituallamiento, comen cuatro cosas, se echan un trago y a hacer otra vía corriendo. De otra manera sería imposible que en una edición se hicieran siete Viseras, que es la pared donde se centran los que quieren ganar. Para esto hay que correr mucho", indica Ortas. Para el director técnico, la clave para ganar es "tener una gran motivación. El día acompañó y el sábado hizo un día ideal. Para escalar se estaba bien y en los controles incluso pasamos frío", apunta.
