Salva Guardia ya es historia del Basket Zaragoza. 19 meses después de su llegada el director técnico valenciano deja su puesto a Pep Cargol, que se hará cargo de esa parcela a partir de ahora después de diez años en la sociedad anónima ejerciendo distintas labores de entrenador en las categorías base y el primer equipo, en el que terminó como máximo responsable en la temporada recién acabada. Se produce así un cambio necesario en el club zaragozano tras dos temporadas al borde del abismo en las que el equipo ha salvado la categoría de forma muy apurada.

Jugador profesional durante dieciséis años, miembro de la fundación del Bilbao Basket, agente FIBA y representante de jugadores durante dos años, Salva Guardia llegó al Basket Zaragoza el 3 de noviembre del 2016 sin ninguna experiencia como director deportivo. Diecisiete días después de su firma llegó su primera multa de la ACB por «desconsideración al equipo arbitral», circunstancia que se repetiría después porque sus protestas a los colegiados durante y después de los partidos en el túnel de vestuarios han sido una constante. Su paso por el Tecnyconta se ha caracterizado por su enfrentamiento continuo con todo el mundo.

Bajo su mandato han pasado cuatro entrenadores y ha fichado a 18 jugadores. En 56 partidos el equipo ha ganado 15 y perdido 41, un 27% de victorias. En cuanto llegó, forzó la salida de Stephen Holt para fichar a Adas Juskevicius y poco después despidió a Andreu Casadevall por los malos resultados. Argumentó, entre otras cosas, que el veterano técnico no trabajaba adecuadamente la defensa, que el equipo no tenía normas defensivas. Mismas razones que acabó ofreciendo para explicar la salida de Jota Cuspinera, su apuesta del pasado verano.

Fichó a Luis Guil, que empeoró los números de Casadevall, y trajo a Marcos Knight, al que puso como ejemplo de esfuerzo y profesionalidad para no renovarle después. El pasado verano hizo una revolución completa, deshaciéndose de todo lo que pudo de la etapa anterior para comenzar su proyecto de cero. Confió en Jota Cuspinera frente a Ibon Navarro como entrenador. Su primer fichaje fue Lovro Mazalin y su escolta de referencia, Torian Graham. El norteamericano fue cortado antes de comenzar la temporada porque no daba el nivel para la ACB. Ese gran error se convirtió en su mejor acierto al apostar por Gary Neal.

El resto de fichajes han acabado siendo jugadores intrascendentes que no han rendido según lo esperado. Quiso colarse por una rendija legal para birlarle a Sebas Saiz al Estudiantes pero se dio con la puerta de la ACB y de la normativa en las narices y cerró los pívots con Álex Suárez, Nikola Dragovic, Jarvis Varnado y Nico de Jong. Ninguno dejará gran huella en Zaragoza, como tampoco el resto de sus fichajes. Seis jugadores diferentes han pasado por el puesto de base este curso junto a Tomás Bellas. La apuesta por Janis Blums, amigo suyo y de Predrag Savovic de Bilbao, ha sido otro fiasco.

El club tuvo que prescindir de Jota Cuspinera ante la caída libre del equipo sin que Salva Guardia hubiera preparado su relevo. Las negociaciones de última hora con Zan Tabak fueron infructuosas y confió el equipo a Pep Cargol y Sergio Lamúa, ayudantes de Cuspinera. Pese a todo, el Tecnyconta tuvo que reforzarse a última hora con Xavi Rey y, sobre todo, con Ennis y Bjelica, jugadores de Euroliga a los que trajo Reynaldo Benito con un desembolso económico propio para evitar el desastre completo. En total, esta temporada han jugado 21 jugadores en el Tecnyconta.

Además, despidió al preparador físico a mitad de temporada y la tensión en su relación con Luis Arbalejo forzó también la salida del responsable de la cantera hace unos meses. Más allá de sus errores en los fichajes y en el diseño de la plantilla, no entendió nunca su figura como la de un pacificador o un solucionador de problemas sino, al contrario, se convirtió desde el principio en un agitador que ha alterado el vestuario y todas las parcelas del club con sus enfrentamientos continuos. Sus comparecencias públicas han estado llenas de contradicciones y se marcha sin haber ejercido ningún tipo de autocrítica. «Me voy agradecido al club por la oportunidad y sabiendo que se han cumplido los objetivos marcados en las dos temporadas en que he estado al frente de la parcela deportiva, con contratiempos de toda índole», dijo ayer.

Ahora llega el turno de Pep Cargol, que se estrena en estas funciones. Lleva en el Tecnyconta desde la fundación, ya que fue el primer capitán del equipo en la temporada 2002-2003. Colgó las zapatillas en Zaragoza tras una exitosa carrera, sobre todo en el Real Madrid, y ejerció de entrenador de diferentes equipos de las categorías base hasta hacerse cargo del EBA. Entró a formar parte del cuerpo técnico de la primera plantilla cuando el club nombró a Joaquín Ruiz Lorente y ha sido también ayudante de Casadevall, Guil y Cuspinera. El pasado mes de febrero se hizo cargo del primer equipo tras el despido de Jota. En 16 partidos sumó cinco victorias y once derrotas, dejando al equipo en la Liga ACB tras el triunfo en Málaga dos jornadas antes del final.

Sus primeros deseos en su nuevo cargo los dejó en estas declaraciones a la web del Tecnyconta. «Tengo muchas ganas de seguir trabajando por y para el club en el que llevo diez temporadas. Queremos estabilizar deportivamente el equipo en función de nuestra situación económica y otorgar un papel importante a los jóvenes valores que vienen de nuestra cantera».