El Real Madrid se impuso con autoridad en su visita a Osasuna (1-5), en un encuentro que el equipo blanco solventó con facilidad ante un desconocido Osasuna, y que le permite sumar tres puntos más en su objetivo liguero, tachando así de la lista una de las complicadas salidas de los hombres de Mourinho.

En un Reyno de Navarra que metió presión desde el inicio como acostumbra, y que presenció la vuelta a la titularidad de Albiol y Granero, Mourinho volvió a apostar por el tridente madridista en ataque, esta vez acompañado por Ozil, escorado en banda para abrir el campo. Por su parte, Mendilibar, expulsado en el minuto 11, decidió poner sobre el césped un once más defensivo, tratando de evitar sin conseguirlo una posible goleada.

Con el Madrid dueño del juego, balón y ocasiones, rápido encontró el gol y, en el minuto 7, tras una internada de Cristiano, el portugués envió el balón al otro lado para que, sin ángulo, Benzema firmara uno de los goles del año con un espectacular volea al segundo palo que recordó a Van Basten. Tras el tempranero gol, el Madrid decidió coger un camino que siempre le dio mejores resultados que la crispación, el fútbol. Supo leer el partido, lo durmió y los goles fueron cayendo de su lado.