A vueltas toda la temporada con la juventud del equipo, con los beneficios que da la inconsciencia de la bisoñez y los peligros de la inexperiencia, aterriza ahora el Zaragoza en el momento de la verdad con la duda de saber cómo se comportará el equipo a la orilla del éxito. Ha sido un flan en algunos encuentros importantes de la Liga fuera de casa. No se ha desenvuelto así en La Romareda en los últimos meses, donde ha tumbado a todos sus rivales importantes jugando con personalidad. Esos días ante el Huesca, el Sporting, el Numancia o el Oviedo son el espejo en el que reflejar la intención de Natxo González a unas horas de que el Zaragoza pueda entrar en los playoffs.

El técnico es bien consciente de las dudas que pueden aparecer en momentos así donde pesa la responsabilidad, donde a algunos les puede surgir el miedo al fracaso. Ayer no se paró a hablar de la afición ni a pedirle su ayuda. Fue rápido y claro en su mensaje al vestuario: «La clave es decir: ‘Chicos, tenemos que seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora’. No pueden aparecer temores ni miedos porque lo tenemos ahí, por pensar a ver si lo vamos a perder... Esto es lo único que ahora mismo tenemos que tratar de evitar. Hay que disfrutar del momento y no pensar más allá. En casa estamos siendo muy maduros, la toma de decisiones está siendo buena en un alto porcentaje y, por lo tanto, no tenemos que cambiar nada de lo que hemos hecho hasta el momento, independientemente de que sean 3 puntos decisivos. Tenemos que entender más que nunca cuál ha sido el camino», dijo el técnico en una de sus primeras reflexiones.

Insistió en el asunto, seguro de que el factor mental influirá más que las piernas. «No podemos desviarnos de lo que hemos hecho hasta el momento, que es lo que nos ha traído hasta aquí. Tenemos que salir al campo liberados y hacer nuestro juego. Obviamente, todas las semanas puedes introducir algún detalle y miras un poco los puntos fuertes del rival, que no son pocos en este caso. Pero debemos tratar de imponer lo que queremos. Por eso tenemos que salir liberados y manejar el partido como nosotros queramos y no como quiera el rival».